Por Victoriano Martínez
Este lunes arrancamos la construcción de las autopistas “Peyote–Matehuala” y “La Pitahaya–Libramiento Oriente”, obras que transformarán la conectividad de la región, agilizando el tráfico y reduciendo los tiempos de traslado entre Matehuala y la capital a tan solo 30 minutos.
¡El desarrollo avanza sin límites para beneficio de todas y todos!
Con estas palabras describió el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, en su cuenta de Facebook, el acto “Arranque de los trabajos de construcción de las autopistas “Peyote-Matehuala” y “La Pitahaya-Libramiento Oriente” en el Estado de San Luis Potosí”.
En el caso de la autopista “La Pitahaya-Libramiento Oriente” se trata de la octava modificación, realizada el 8 de enero de 2021, a la concesión que se otorgó a Mexicana de Técnicos en Autopistas (META) y el Grupo Valoran el 15 de octubre de 1990.
El arranque de la construcción de esta autopista este 25 de agosto, de acuerdo con el cronograma de la obra, deja atrás nueve meses de las etapas “preliminares” y de “preparación del sitio”, lo que ubica el inicio de esos trabajos en el mes de noviembre, poco más de un mes de que se le notificó a la empresa la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental, el 2 de octubre de 2024.
Entre el 8 de enero de 2021 y el 2 de octubre de 2024 transcurrieron casi 36 meses, lo que da una idea de lo que se puede tardar la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental.
Para el caso de la autopista “Peyote-Matehuala” aún no cuenta con Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y la empresa no ha concluido la adquisición de los terrenos que requiere para el trazo de la carretera, al menos en lo que corresponde a tierras de los ejidos El Peyote y Peotillos. En sentido estricto, esa construcción aún no podría arrancar.
La solicitud para la autorización de la MIA ingresó apenas el 11 de junio de este año, y aún se encuentra en la etapa de evaluación, con un aviso de prevención en el inter, y con información turnada al Espacio de Contacto Ciudadano (ECC) en el Estado con relación a requerimientos de información adicional.
Si en el caso del tramo “La Pitahaya-Libramiento Oriente” META y Grupo Valoran se cuidaron de contar en forma con la MIA, ¿Qué los hace arrancar las obras de la autopista “Peyote-Matehuala” sin cumplir con ese requisito?
Peor aún, ¿porqué la iniciarían sin contar con los derechos de ocupación de todos los terrenos que requieren para la obra en tanto está pendiente la adquisición de tierras en los ejidos El Peyote y Peotillos?
Iniciar las obras sin la MIA implica ya una irregularidad, en tanto que no contar con los derechos de ocupación de toda la superficie requerida para la autopista no solo los pone en riesgo de construir sobre lo ajeno, sino que además compromete la autorización de la MIA, dado que en el proyecto presentado a la SEMARNAT ya se encuentra definido el trazo.
De no lograrse acuerdos con los ejidos El Peyote y Peotillos obligaría a la empresa a modificar el proyecto de MIA por ya no corresponder a lo planteado. O se arriesgan a que no sea autorizada, o la ven retrasada por la labor que implicaría su modificación.
En todo caso, el arranque de la construcción de autopistas realizado este lunes 25 de agosto debió presentarse en singular, porque sólo podría arrancar la correspondiente a “La Pitahaya-Libramiento Oriente”.
Abogados de la empresa Infraestructura Potosina de Carreteras, de Grupo Valoran, y representantes de gobierno del Estado han presionado a los ejidatarios de El Peyote para comprarles sus tierras a 50 pesos por metro cuadrado con la advertencia de que con ellos o sin ellos la autopista se realizará, incluso con una modificación del trazo.
¿Por qué se prestó Grupo Valoran a poner en el mismo paquete de su obra iniciada con el cumplimiento de los requisitos legales, la autopista “La Pitahaya-Libramiento Oriente”, un supuesto arranque de una obra que no tiene MIA ni cuenta con todos los terrenos del trazo asegurados para su realización como ocurre con el tramo Peyote-Matehuala?
La concesión “La Pitahaya-Libramiento Oriente” es de carácter federal, por tratarse de la octava ampliación de la que se otorgó desde 1990. La concesión “Peyote-Matehuala” es estatal y el gobernador Ricardo Gallardo Cardona ha exhibido un interés muy marcado por que se realice sin demora.
El caso es que en el proyecto de MIA para esta autopista estatal se marca un cronograma de diez años entre el inicio de la obra, cuando cuente con todas las autorizaciones, y el momento en que pueda entrar en operaciones.
“Arrancamos la construcción de las autopistas Peyote–Matehuala y La Pitahaya–Libramiento Oriente”, señala Gallardo Cardona en su mensaje de Facebook. Para remarcar su interés por destacar la concesión estatal publicó un segundo mensaje dedicado a “la nueva autopista en el Altiplano”.
Poner por delante la concesión estatal tiene más un tinte propagandístico que no sólo genera confusión, sino que podría traducirse en un mensaje de presión para los ejidatarios de El Peyote y Peotillos:
“Miren, ya arrancamos la construcción de la autopista y ustedes se van a quedar fuera”. ¿Blofear para abusar de los ejidatarios?