Túnez, África (24 de noviembre de 2015).- Al menos 14 personas murieron y otras 11 resultaron heridas en la explosión de un autobús de la guardia presidencial tunecina este martes, anunció el portavoz de la presidencia, Moez Sinaoui, quien afirmó que se trataba de un atentado.
Según su relato, aun no confirmado por fuentes oficiales, se trata de un atentado perpetrado por un suicida que hizo estallar una bomba cuando el autobús pasaba frente a la sed del antiguo partido del dictador derrocado, Zinedin el Abedin Ben Ali, en la concurrida avenida Mohamed V.
En un comunicado, el ministerio del Interior también dijo que se trata de un ataque terrorista, que dejó como saldo un número elevado de muertos y heridos.
Walid Louguini, portavoz del citado ministerio, dijo, por su parte a la prensa local que la primera información apunta a que hay al menos 11 personas muertas. En el lugar del incidente se desplazaron varias ambulancias y decenas de policías que ya inician las investigaciones pertinentes.
Túnez ha sido escenario este año de dos atentados yihadistas, uno en marzo y otro en junio, que tenían como objetivo el turismo, y que segaron la vida de 60 visitantes extranjeros en la capital y en la ciudad costera de Susa.
En el último mes y medio, las fuerzas de seguridad tunecinas han anunciado el desmantelamiento de más de una docena de supuestas células yihadistas, y detenido a más de medio centenar de sospechosos en todo el país.
Además, en las últimas semanas habían puesto la ciudad en estado de alerta y anunciado que habían impedido ataques, y procedido a detenciones en la avenida Habib Bourguiba, otra de las principales arterias de la capital.
El salafismo radical ha rebrotado en Túnez desde que en 2011 la llamada “revolución del Jazmín” derrocara la dictadura del huido Ben Ali.
Desde entonces, grupos yihadistas se han asentado en la región de Kasserine, convertida en centro de reunión de radicales de todo el Magreb.
Túnez es además, el primer país del mundo en números de voluntarios que luchan junto al yihadista Estado Islámico (EI) en Siria, con más de cinco mil milicianos y colaboradores, de los que cerca un 15% ha regresado.
Fuente: Milenio.
