Historias malditas en Hollywood hay muchas. Una de ellas es la de Atuk, aunque quizá suenen más las de Poltergeist o El Exorcista. Pues bien la de Atuk fue especialmente curiosa por el gran número de víctimas que estuvieron relacionadas con ella y la particular historia que te contaremos a continuación.
La historia del esquimal que viajaba a Nueva York.
Atuk es un guión que se hizo para una película basada en la novela escrita en 1963, llamada El incomparable Atuk, por el canadiense Mordechai Richler. Contaba la historia de un pescador esquimal con sobrepeso llamado Atuk (que en Inuit significaba anciano), que decide cambiar su cabaña en Alaska por una vivienda en la gran Nueva York. La historia trata de sus problemas para adaptarse a la civilización moderna y a las nuevas tecnologías. El guión para la adaptación cinematográfica en cuestión, fue escrito a principios de los 80 por Peter Gwoski, y se ha ganado la fama de ser un guión maldito.
John Belushi fue el primero en leerlo, en el año de 1982, y poco tiempo después de hacerlo, murió por una sobredosis de cocaína y heroína; por esta razón tampoco pudo hacer la película Cazafantasmas, que había sido escrita pensando en él como protagonista, siendo sustituido por Bill Murray.
Después de la trágica muerte, el proyecto quedó varado hasta 1987, cuando Sam Kinison aceptó ser el protagonista. Luego de firmar el contrato y rodar una escena, el actor se arrepintió y abandonó el proyecto. En 1992, su coche fue arrollado por un conductor borracho.
El fin de la vida de varias celebridades.
Dos años más tarde, la copia del guión se le envió a John Candy. Éste murió de un ataque al corazón el día antes del doceavo aniversario de la muerte de Belushi. Junto a su cadáver, parece ser que se encontró el guión de Atuk abierto, como si lo hubiera estado leyendo cuando sufrió el ataque.
En 1994 se produjo la muerte de Michael O’Donoghue, que era amigo de Belushi y Kinison y que, de hecho, fue quien les pasó el guión luego de revisarlo y hacer algunas modificaciones. Después de sufrir unas terribles migrañas durante años, O’Donoghue murió de una hemorragia cerebral.
Para 1997, la víctima fue Chris Farley, que era fan de Belushi y que quería continuar su legado. Pocos días antes de firmar el papel para Atuk, murió de sobredosis. Poco tiempo después le siguió Phil Hartman, que era compañero suyo en Saturday Night Live y a quien le había enviado una copia del guión para tratar de convencerle de que hiciera el papel secundario.
Hartman fue asesinado por su mujer, después de amenazarla con abandonarla debido a sus problemas con las drogas. Ella, al verse rodeada por la policía, se suicidó.
Hasta aquí quedó el listado de víctimas. Finalmente, la película se realizó y tanto el escritor de la novela como el guionista, murieron de causas naturales en el 2001 y 2002, tras una vida normal y repleta de logros.
Es decir, curiosamente, a ninguno de los dos les afectó la “maldición”. Un caso realmente curioso.
