Por Victoriano Martínez
Entre tienen la alternativa de presentar un amparo y háganle como quieran no hay mucha diferencia.
En un sí se los debemos, pero ellos también nos deben, está presente la misma actitud.
Tanto quien como autoridad involucrada recomienda el amparo como quien justifica no pagar un servicio porque como autoridad tolera que no le paguen una contribución asume la misma postura: hacemos lo que nos viene en gana y la ley y el orden no pasan de ser una serie televisiva.
El gobernador Juan Manuel Carreras López sugirió a los inconformes con el incremento a la tarifa del transporte urbano recurrir al amparo, tras reconocer que en el decreto se establecerán las medidas para mejorar el servicio.
La ley condiciona el aumento a que se hayan cumplido las mejoras y no al revés, que tras el aumento se establezca la obligación de mejorar el servicio.
Pero Carreras López es el gobernador y puede interpretarlo a su manera, desoír el reclamo ciudadano y limitarse a recomendar un amparo equivalente a un háganle como quieran.
El INTERAPAS revela que las purificadoras de agua en las que se reparten garrafones gratuitos en Soledad de Graciano Sánchez no han pagado por el servicio, como ocurría con las 25 de la capital que, peor aún, operaban con tomas clandestinas.
El alcalde soledense, Gilberto Hernández Villafuerte, reconoce el adeudo, pero advierte que el INTERAPAS le debe a su Ayuntamiento el pago del impuesto predial y “tendrán que hacer cuentas” por los 31 predios del organismo de agua en ese municipio.
Un juego en el que si jalan la cobija de un lado, se descobijan por el otro, que deja al descubierto una actitud más del desorden provocado por quienes toman la administración pública con la insana premisa del a ver cómo nos arreglamos para sacar ventaja y todos contentos.
Desde el Ejecutivo se antepone el interés particular de los permisionarios; entre un INTERAPAS que parece buscar orden y unas autoridades municipales de Soledad que evocan a componendas del pasado, se descuida el erario que debería estar al servicio común.
Se trata, pues, de dos ejemplos de todo el desorden con que suelen operar las autoridades que repercuten en perjuicios para toda la sociedad.
En estos casos, una tarifa del camión confesamente inmerecida conforme a la ley, y una recaudación deficiente en perjuicio de la capacidad de operación del organismo que abastece el servicio de agua potable, pero también de erario soledense.
Pero son sólo dos ejemplos expuestos este lunes 14 de enero de 2019… dos ejemplos, que conste así.
