Barrio de El Saucito, la historia continúa

Por Victoriano Martínez

A las primeras 24 horas como barrio formalmente denominado, en torno a El Saucito se registraron dos hechos que dan cuenta sobre cómo comenzará a escribirse la historia del barrio: los vecinos retiraron la placa conmemorativa del reconocimiento por temor a que sea robada y el alcalde Enrique Galindo Ceballos reveló que mantiene su intención de construir el puente deprimido.

Durante la sesión de Cabildo del domingo 18, Galindo Ceballos definió acciones a realizar, entre las que giró la instrucción al director de Cultura municipal, Daniel de la Llera, para trabajar en la elaboración de un libro “que escriba todo este momento histórico que estamos viviendo”, dijo.

“Yo les quiero pedir, Daniel, que, junto con los habitantes de El Saucito, junto con el comité pro-barrio, recopilen, que nos ayude la doctora Monroy, un documento, un libro histórico que escriba los últimos años de El Saucito hasta llegar a este momento”, fue parte de la instrucción pronunciada por el alcalde.

Si el libro que Galindo Ceballos concibió tiene como punto de llegada la sesión del Cabildo que reconoce y formaliza la denominación de barrio para El Saucito, el motivo del retiro de la placa conmemorativa y la declaración del alcalde sobre su interés por construir el puente deprimido que provocó protestas, podrían ser un buen epílogo que dé cuenta de que “esta historia continuará”.

Al pedir que se cuente la historia de los últimos años “hasta llegar a este momento”, parte de la tarea de De la Llera y colaboradores asignados será hacer una descripción puntual sobre las razones por las que el clima de inseguridad en la ciudad es tal que se ven obligados a proteger la placa conmemorativa de la posibilidad de que sea robada.

Una descripción que necesariamente implica que se realice un recuento sobre lo realizado por la autoridad municipal en los últimos 28 meses con un policía al frente del Ayuntamiento, quien ofreció resolver el problema de la inseguridad y hoy su Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana prácticamente reconoce y avala las acciones de los colonos ante la acción de la delincuencia.

“Como una medida preventiva, vecinos de El Saucito determinaron retirar la placa conmemorativa de la designación de esta zona como Barrio de la Capital, por lo que se encuentra bajo resguardo de habitantes que protegen el patrimonio histórico del norte de San Luis Potosí.

“Lo anterior se informa tras la noticia falsa que circuló en redes sociales de un presunto robo de la placa”, publicó la SSPC municipal en su cuenta de Facebook. Ni un solo comentario en el sentido de que esa dependencia considera innecesaria la medida porque está en condiciones de garantizar la seguridad de la placa.

¿Hasta dónde la declaración de Galindo Ceballos en el sentido de continuar la consulta para ver si se puede llevar a cabo el paso a desnivel de avenida Fray Diego de la Magdalena revela una especie de moneda de cambio para reconocer al octavo barrio con un fideicomiso para proteger, preservar y conservar las tradiciones y el espacio físico de los ocho barrios, incluido El Saucito?

“[El fideicomiso] implica que el paso a desnivel que hemos anunciado se esté consensuando con el grupo de El Saucito, y que desde luego ahí se requiere una obra más allá de las tradiciones y se requiere hacer algo. La obra que hagamos va a ser en conjunto con sus habitantes, ese fue el acuerdo”, dijo Galindo Ceballos este lunes.

¿Qué significa “ese fue el acuerdo”? ¿Con quiénes se tomó ese acuerdo? ¿Existe acta, minuta, convenio o cualquier otro documento, sea cual sea su denominación, en el que esté plasmado ese acuerdo? Son cuestiones que no sólo deberían conocer todos los habitantes del nuevo barrio, sino cualquier persona, porque tienen que ver con tradiciones y patrimonio cultural.

La foto de portada de la página del grupo San Luis Unido en Facebook, que fue uno de los que encabezó la difusión de la movilización contra el puente deprimido mantiene la consiga “No a la obra Saucito. Mi Saucito no se toca”, lo que en sentido estricto mantiene la postura de rechazo y contrasta con acuerdos para consensuar la construcción del puente.

Nada para sorprender: la falta de difusión sobre el número de reuniones entre las autoridades municipales y los habitantes de El Saucito, así como de la publicación de las actas o minutas que se hayan levantado, es una más de tantas muestras de opacidad el Ayuntamiento.

El trabajo de De la Llera y colaboradores asignadas habrá de dar cuenta de lo que los habitantes de El Saucito tuvieron que enfrentar para finalmente ser reconocidos como barrio, pero la historia de lucha para preservar las tradiciones, su patrimonio histórico y sus espacios físicos continuará.

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