CAJA NEGRA

El oprobio de levantar el dedo para agradar al gobernador

Fue muy sencillo. Solo fue que los diputados afines al gobernador levantaran la mano y ya está. Sin argumento alguno, sin discursos sobre la honestidad y eficiencia del gobierno, sin rebatir nada a los opositores, así de simple, la mayoría en el Congreso del Estado aprobó el Informe Final de Auditoría de la Auditoría Superior del Estado referente a la cuenta pública 2014 de Gobierno del Estado.

 

Si no es para eso, entonces para qué habrían de servir los diputados que al parecer no solo lo respetan y temen, sino que lo idolatran estará pensando el gobernador Toranzo.

 

Es la misma triste historia de siempre en este San Luis Potosí donde la división de poderes es una broma. Las cuentas públicas del gobierno de Marcelo de los Santos eran aprobadas con la misma desvergüenza que permite el tener mayoría de votos.

 

No es que los priístas y sus aliados (o compinches o cómplices) sean de lo peor, lo que están haciendo es lo que hacían los panistas entre 2003 y 2009. No había debate, no había discusión, no había análisis ni reflexión; había solamente la aplanadora de los diputados seguidores del gobernador.

 

Es entonces la misma cosa.

 

Lo ocurrido en la sesión del Congreso del Estado este lunes nos confirma que para nada hemos avanzado en nuestra democracia de a tostón. Dieciséis votos de los diputados torancistas marcaron la diferencia. Ya se sabía que eso iba a ocurrir, cada que es necesario, los diputados deciden sin mediar palabra en el pleno, solamente es ponerse de pie y levantar el dedo.

 

Este caso de lambisconería de un grupo de diputados del PRI, PVEM y PANAL es desolador en todos sentidos y nos remite necesariamente a las pasadas elecciones del siete de junio.

 

Cuando fuimos a votar lo hicimos convencidos de que en una democracia es fundamental la división de poderes, que el legislativo es un poder relevante en tanto que vigila que el ejecutivo no se exceda en su encargo.

 

Sin duda, eso mismo pensamos hace unos años cuando elegimos a los diputados que ayer aprobaron sin miramiento alguno la Cuenta Pública de Gobierno del Estado. No podemos dejar de sentirnos engañados por esos políticos a los que se dio el voto para que obraran de una manera y no como lo han venido haciendo.

 

Por eso la sociedad ya no cree en las elecciones, por eso, quienes van a votar, son las clientelas y los grupos duros de cada partido; por eso uno se arrepiente de votar por diputados que se más parecen empleados del ejecutivo que representantes populares.

 

Estamos dando pasos hacia atrás en todos sentidos: la Auditoría Superior hace observaciones financieras por diez millones de pesos a un presupuesto de más de 34 mil millones.

 

Estamos dando pasos gigantescos para atrás: la Auditoría Superior del Estado hizo observaciones por apenas 700 millones de pesos a las 109 instituciones auditadas respecto del ejercicio fiscal 2013, cuando en éstas, tan solo los ayuntamientos habían alcanzado la grosera cifra de mil 450 millones de pesos en observaciones.

 

Estamos tan mal, que el auditor (si es que lo fuera) Jesús Martínez Loredo, ex funcionario de gobierno del estado, se atrevió a anunciar con bombo y platillo que las irregularidades van disminuyendo. Con él, es probable que en los próximos años las observaciones bajen a ceros y que en vez de emitirse tales observaciones, se extiendan felicitaciones.

 

Tarde o temprano las cosas se aclaran y quedan evidentes ante la sociedad: las observaciones por diez millones al gobernador explican con creces porque éste puso al tal Martínez Loredo como auditor.

 

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