Y si mi abuelita fuera bicicleta andaría en el Tour de Francia
Luego de la fuga de Joaquín Guzmán Loera del penal de “alta seguridad de El Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México, se han dicho mil y una cosas, entre ellas, algunas sonadas estupideces y en ese sentido, María Concepción Monreal Tovar ha dicho la peor de la sandeces o el peor de los chistes.
Cuando ella era la directora de Prevención y Readaptación Social del Estado, tenía a su cargo y responsabilidad de todas las cárceles del estado, obvia decir que de éstos, el más importante: el de la Pila.
Pues bien, cuando ella tenía esa tan alta y gravosa responsabilidad, unos doscientos reos participaron en la riña colectiva jamás vista en la Penitenciaría del Estado: trece o catorce muertos según sea el conteo del gobernador o del procurador y 65 heridos fue el saldo.
Con la señora Monreal Tovar como responsable del sector, se concretó el peor suceso de muerte en una cárcel del país. Ella en esos momentos, se escondió y no dio la cara hasta que le dijo a la periodista Adriana Ochoa que el gobierno del Penal no lo tenía el estado sino los reos.
Ese reconocimiento de la funcionaria en realidad era algo del dominio público por haber sido identificado desde el inicio del gobierno de Toranzo por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Monreal Tovar dio su opinión, no muy docta ni responsable por cierto, de la fuga de El Chapo Guzmán. Dijo que si el afamado y peligroso criminal hubiese estado recluido en San Luis Potosí, no se habría escapado. Que los custodios y funcionarios del sector para nada son corruptos y por tanto son más limpios y puros que una criatura de tres meses de nacido.
Aja.
A decir de la funcionaria que ahora es jefa de la policía estatal, en San Luis El Chapo no se habría fugado porque aquí si somos muy, pero muy, muy estrictos en la vigilancia. Tal vez por eso la riña sangrienta se inició porque sus custodios dejaron abiertos los candidatos de las celdas del dormitorio número seis donde empezó todo.
De verdad, hay declaraciones de las que nos podemos morir de risa y ésta es una de ellas.
Y para no fallarle a la emblemática incongruencia de todo servidor público, anunció que pese a que las cárceles en San Luis son las más seguras, que nadie se ha fugado y que tienen los controles externos e internos más modernos y infranqueables, se hará un esfuerzo tan insospechado como inaudito para mejorar lo que ya es inmejorable.
Anunció revisiones topográficas para evitar que a alguien se le ocurra cavar túneles para escaparse, bueno, justificó, si ves las barbas del vecino cortar, pon las tuyas aremojar.
Gracias al cielo que en setenta días ya se va.
