Por Antonio González Vázquez
Las instituciones públicas de los tres niveles de gobierno han sido incapaces de proteger a las mujeres en un entorno de violencia en su contra. Ni el gobernador ni los presidentes municipales, así como sus correspondientes aparatos policíacos, han hecho nada efectivo para impedir las agresiones sexuales contra la mujer que parece vivir indefensa en San Luis Potosí.
El caso de agresión física y sexual en contra de Berenice ha sido tan lamentable como atroz, pero sirve para visibilizar la situación de indefensión y vulnerabilidad en que viven las mujeres potosinas de todas las edades y condiciones sociales.
En lo que va de la administración estatal y de los 58 ayuntamientos, en San Luis Potosí se han denunciado 894 casos de violación sexual.
En del período de enero a julio del año en curso, han sido denunciados 284 agresiones sexuales, es decir, un promedio de 40.57 casos cada mes, es decir, 1.35 agresiones sexuales cada 24 horas, según datos del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública con información de la Procuraduría General de Justicia.
Los gobiernos, estatal y municipales no previenen actos violentos contra la mujer y prueba de ello, es la Declaratoria de Alerta de Género por Violencia Contra la Mujer; en San Luis no solo agreden sexualmente a la mujer sino que también las asesinan.
Dicha Declaratoria no ha servido de nada en los hechos, mientras que por la otra parte, maniacos pervertidos concretan abusos sexuales prácticamente todos los días.
No es solo Berenice este año sino 284 más.
Es una afrenta a la sociedad y las autoridades ya no pueden simular que protegen a quien en los hechos, han dejado abandonadas a su suerte.
Ojalá se refieran a este dramático problema en los informes de gobierno que ya vienen, ojalá que Gallardo y Carreras digan cuantas mujeres han sido violadas en el último año, a ver si les da un poco de vergüenza.
