Por Antonio González Vázquez
La violencia arrecia en la zona metropolitana de San Luis Potosí: entre el viernes y sábado, de ocho ejecutados en el estado, seis fueron en Soledad de Graciano Sánchez y en la capital.
No es golpeteo político, es la realidad.
Mientras que el ayuntamiento Gallardista hace hasta lo imposible por limpiar su deteriorada imagen tras la publicación de información que detalla su pasmoso ascenso inmobiliario, los municipios con administraciones amarilla siguen tiñéndose de rojo casi a diario.
No es golpeteo político, es la realidad.
Al cierre de 2017, el Semáforo Delictivo contabilizó 156 ejecuciones en la capital del estado, lo que representó un crecimiento del 68 por ciento respecto de 2016.
No es golpeteo político, es la realidad.
Esa misma organización, contó para Soledad de Graciano Sánchez, 73 ejecuciones, 97 por ciento más que en el 2016.
Es decir que los dos municipios con gobiernos gallardistas, según el Semáforo Delictivo, sumaron 229 ejecutados.
No es golpeteo político, es la realidad.
Utilizar ese tipo de frases tan manidas como huecas para desacreditar la critica o para evadir responsabilidades resulta ser muy sencillo. Basta con decirlo y ya está.
El problema es que los dichos no modifican la realidad, es apenas un escudo propagandístico que tarde que temprano se desploma con estrépito.
