Por: Antonio González Vázquez.
El gobernador Juan Manuel Carreras se apuntó un logro más en su exitosa y espectacular carrera política y como quien da un golpe firme sobre la mesa, resolvió el problema de desabasto de gasolina en todo el estado. En compañía de José Antonio González Anaya, Director General de Petróleos Mexicanos, el eficiente mandatario potosino hizo un recorrido por gasolineras donde los automovilistas lo recibieron con salvas y vitores.
Hay que reconocerlo, el gobernador ha resuelto un problema de enormes proporciones que malamente, sus principales colaboradores le habían mantenido oculto, bajo el peregrino pretexto de que “no queremos que se preocupe en navidad, que son días de paz, alegría y felicidad”.
El doctor Carreras, ahora se sabe, se enteró de que su querido pueblo sufría por la falta de gasolina, apenas ayer martes por la noche cuando tras un extenuante día de trabajo, decidió ir personalmente a un OXXO a compararse una Coca Cola; ya ven ustedes que a él le gusta andar por la calle sin pompa ni fiesta, sino como un simple ciudadano.
Y apenas pasó por una gasolinera y asombrado vio decenas de autos estacionados en una gasolinera, se olvidó de su merecida Coca Cola y ocultando su exquisita personalidad, preguntó a un automovilista qué es lo que pasaba.
Es que PEMEX está especulando con el abasto de gasolina para aumentar el precio por litros y los gasolineros a su vez están haciendo lo propio y ocultan el combustible para luego ganar más. Esto viene ya desde hace días, pero nadie hace nada y ya estamos hasta la madre, le dijeron al doctor disfrazado de un ciudadano cualquiera como aquel que le gustaba ir solito y su alma al palenque de la FENAPO.
Indignado a más no poder, el gobernador se regresó a su despacho y ordenó que le comunicaran ipsofacto con José Antonio González Anaya, el mero mero de PEMEX y aquí entre nos, su cuate del alma pues el doctor Carreras le llama Pepe Toño y éste le dice “juanma” (uuuuyyy qué bonita amistad), pero igual, el gobernador pidió que llevaran en su presencia al secretario General de Gobierno, Alejandro Leal.
Estamos en condiciones de informar a nuestros cuatro lectores que apenas y Alejandro Leal se presentó ante el gobernador y éste, con firmeza, rigor y autoridad, le enmendó la plana a su colaborador por el pésimo manejo del problema y le llamó severamente la atención, le dijo: en mi gobierno, el pueblo es primero, o lo entiende o te vas a fabricar pasquines; no pudo permitir que me ocultes problemas tan graves como el desabasto de gasolina y que lo peor de todo, tu mismo no hagas nada por atenderlo, ya he tomado el tema en mis manos porque no tolero tanta irresponsabilidad.
Acto seguido, nos cuentan algunas fuentes desde palacio de gobierno, el gobernador habló vía telefónica con el titular de PEMEX quien apenas si escuchó la respetuosa petición del mandatario potosino de enviar a San Luis un millón de litros de gasolina para atender a la sedienta población automotora, le dijo que si, que no se preocupe, que no faltaba más que es más, yo mismo te los llevo y no uno, ni dos, ni tres, ni cuatro sino 5 millones de de litros de la magna y de la Premium; ¿y necesitas también diesel, hidrosina o turbosina?, No mi querido Pepe, solo la gasolina, muchas gracias, le respondió el gobernador con su amable y bondadosa sonrisa.
Horas después, en esta mañana del 28 de diciembre, tras siete días de desabasto, el gobernador inició un recorrido, gasolinera por gasolinera para supervisar personalmente junto con su amigo, el director de PEMEX, como todos las pilas de almacenamiento se llenaban de gasolina y entonces, pleno de felicidad, vio con sus propios ojos como las hasta entonces enormes filas, decrecían hasta diluirse; todos llenaban sus tanques y se iban a casa o al trabajo.
Los potosinos, agradecidos como son, se acercaban al gobernador a darle las sentidas gracias por su exitosa gestión y hubo quienes hasta lloraron a sus pies y le llenaron de bendiciones. Por cierto, José Antonio González, el Director de PEMEX y amigo muy personal del presidente Enrique Peña, no dejó de emocionarse con tales muestras de cariño de la gente para con el gobernador potosino y con cierta envidia, le dijo: déjame tocarte a ver si se me pega algo.
Durante las primeras horas de este miércoles, con todo y su desvelo, el gobernador vigiló la entrega de gasolina en al menos 32 gasolineras y fue hasta entonces que se sintió tranquilo, pleno y feliz.
Personal de prensa de gobierno que lo había acompañado en su recorrido, había tomado imágenes y tomado nota de todo lo ocurrido, principalmente de las espontáneas y naturales muestras de afecto de la población hacia su gobernador, pero cuando se aprestaban a redactar un boletín para enviarlo a todas las redacciones del estado y de ser posible, del país y del mundo, el gobernador tan modesto y humilde como es, pidió que no hicieran eso.
Mejor llamen a los reporteros de la fuente y pídanles que vaya a las gasolineras que gusten y sean testigos de que el problema ha sido resuelto, que sean ellos mismo los que lo vean con sus propios ojos y que luego, con sus propias palabras den a conocer la buena nueva para los potosinos.
La prensa en un acto pleno de ejercicio de la libertad de expresión de que se goza en San Luis Potosí en la administración de Carreras, llegó en tropel a las gasolineras y tomaron audio y video, realizaron entrevistas y todo, por supuesto, eran agradecimientos para el señor gobernador que, una vez más, dio muestra de qué está hecho. Misión cumplida, el doctor en toda su inteligencia, capacidad, habilidad y lucidez política, día a día escribe una nueva historia para San Luis Potosí.
Feliz Día de los Santos Inocentes les desea Astrolabio Digital.
