Por Antonio González Vázquez
La ciudad va de mal en peor. Es la más insegura y al mismo tiempo, la más destrozada, pareciera que se cae a pedazos. Retomando la narrativa municipal: la ciudad se consolida como la capital de los baches.
San Luis no salió del bache, lo hundieron más; no sacaron a San Luis del bache, lo siguen hundiendo más.
Por cualquier rumbo de la ciudad, sea una colonia popular o una en la zona dorada, en un barrio populoso o en un fraccionamiento clase mediero, lo que se puede encontrar por doquier son los baches. Pululan como las moscas en un basural.
Obras emblemáticas del gallardismo como avenida Universidad que, Ricardo Gallardo festejaba como de calidad inusitada, presenta baches tan profundos como la negligencia municipal.
Decía Gallardo que esa obra estaba construida para durar 30 años sin problemas de baches, grietas o bordes, pero no fue así y al día de hoy se pueden encontrar hoyancos convertidos en potencial riesgo para automovilistas y peatones.
Pero se trata solo de un problema más que en vez de encontrar una respuesta municipal y a su vez una solución, tiende a agudizarse. Están las carencias notables de falta de alumbrado, aseo público, suciedad en plazas y jardines, obras minúsculas en proceso ya retrasadas.
Y también el aumento del delito, la creciente presencia criminal en una ciudad que además es asolada a diario por los desmanes de decenas de pandillas.
Si acaso eso fuera poco, están los abusos contra los trabajadores municipales, el constante pisoteo de los derechos humanos “por órdenes de arriba”. Inflan la nómina y se desquitan con unos cuantos a los que dejan sin sustento.
Hasta parecen priístas en los momentos de mayor exceso y prepotencia.
Muchos trabajadores municipales despedidos al margen de la ley y de modo del todo injustificado “por órdenes de arriba”, se organizan para denunciar con detalle cada caso y exponerlos ante la opinión pública.
Se trata de casos trágicos y muy sensibles en donde la autoridad municipal ha actuado con prepotencia y burlando la ley.
Muy mal.
Va para dos años un gobierno municipal que más que sacar del bache a la ciudad la hunde más con todo y sus ciudadanos.
Muy mal en todos sentidos y lo peor, no hay autocrítica sino soberbia.
