Por Antonio González Vázquez
El horizonte amarillo parece que empieza a nublarse. Lo que antes se veía claro, hoy se ve oscuro. La tranquilidad y el optimismo se han desdibujado para tornarse en incertidumbre; hay nerviosismo y las dudas agobian demasiado. La Ley se aproxima y no habrá donde ocultarse.
Todo aparecía como un cielo azul, brillante, despejado. De súbito, Televisa cimbró la arrogancia y un juez de distrito le dio palo a la ya no tan saludable figura del gallardismo.
En unas horas dos noticias fatídicas: un reportaje y una resolución judicial. Cualquiera, en esas circunstancias, se pone a pensar acerca del presente y del futuro.
Hay ocasiones en que la tormenta llega sin aviso. Ésta parece ser una de esas situaciones que son tan inesperadas y por tanto, dañinas por necesidad.
Aunque parecen ya noticias viejas en realidad no lo son. Lo de las medicinas y la proveedora Sandra Sánchez es un hecho aún en proceso, no está concluido. No es como un partido de fútbol donde se da el silbatazo final y ya, todos a sus casas.
No, no es así.
De hecho suena a algo ya conocido, es cierto, pero no suena a algo aclarado, de ahí que también exista la posibilidad de que el ex alcalde de Soledad de Graciano Sánchez vuelva a ser investigado por autoridades hacendarias y judiciales a nivel federal.
Así como en cualquier momento el personal del Sistema de Administración Tributaria puede hacerse presente en San Luis para hacer cuentas fiscales con Sandra Sánchez Ruiz y sus clientes en el ayuntamiento capitalino, del mismo modo, el caso del proceso contra el ex edil de Soledad, eventualmente puede abrirse con un giro sorprendente.
Como sea, el amarillo se opaca, languidece.
No se ve como vayan a mejorar las cosas en el entorno amarillo pollo, tal vez su mejor estrategia sea pedir apoyo a Juan Zepeda, el derrotado candidato del PRD al gobierno del Estado de México, quien parece ser el único que para el 2018 ya le ha apostado a la gallardía en San Luis.
Pronóstico para la zona metropolitana en los días venideros sin saber a ciencia cierta hasta cuando: cielos nublados con tonos de gris a negro y tan plomizos que no presagian otra cosa sino una enorme tormenta.
