En el entendido de que el ayuntamiento de San Luis Potosí no tenía al primero de octubre dinero ni para completar la nómina, es de extrañar que en apenas unas semanas, ese panorama desolador se transformó en puro optimismo y felicidad. Sin dinero, porque así lo reconoció el alcalde capitalino, era de esperar que no hubiera más cosa que hacer sino administrar el desastre.
Pero resulta que no, el alcalde Ricardo Gallardo Juárez emprendió un par de obras con una inversión conjunta de más de 20 millones de pesos.
¿De dónde salió el dinero?
Es una pregunta razonable si nos atenemos a que en su discurso de toma de posesión como presidente municipal de la capital, el ex alcalde de Soledad de Graciano Sánchez reportó que las arcas públicas estaban vacías y que existía un completo desorden administrativo.
En vista de eso, Astrolabio Diario Digital le preguntó al ex edil de Soledad de dónde salieron los recursos para las obras de Avenidas Universidad y de la lateral de Salvador Nava, frente al parque Tangamanga. Gallardo Juárez se ofendió ante la pregunta.
El alcalde que en cuantas ocasiones tiene oportunidad dice que la prensa lo está criticando demasiado, le respondió a éste portal con una queja: primero se quejaban de que no había obras y ahora se quejan porque las hay dijo.
Enseguida, aseguró que el dinero para realizar esas obras “no me lo robe”.
Nadie le acusa de haberlo robado, solo se le solicitaba aclarar el origen de los recursos, de hacer transparentes los actos públicos, las acciones de la autoridad, las decisiones que él, como alcalde toma.
Ricardo Gallardo está ante la mirada permanente de una parte de los medios y de la sociedad porque es el alcalde la capital, es decir, de la ciudad más importante del estado y las decisiones que tome, le interesan en automático a todos.
Aunque no lo crea, la capital es una ciudad tan distinta a Soledad de Graciano Sánchez que no le dejará de traer sorpresas todos los días. Por ejemplo, es de dudarse que los capitalinos le puedan aceptar algo tan absurdo como poner el nombre de José Ricardo Gallardo Cardona a una avenida. Es cierto que esa fue una decisión del cabildo de Soledad pero también es cierto que aun ahora, nada se mueve sin el visto bueno de Gallardo.
Por cierto, también le dijo a este diario electrónico que está muy orgulloso de que la Avenida San Pedro lleve ahora el nombre de su hijo. Fanatismo y vanidad, una combinación peligrosa para la sociedad y la democracia.