Por Antonio González Vázquez
La capital del estado volvió a vivir una noche de pesadilla, otra noche de terror, una más de ejecutados. Ya los criminales ejecutan en grupo, uno ya es insuficiente, necesitan más sangre.
El sábado fueron cinco los ejecutados, todos adolescentes, todos acribillados. El número de homicidios crece en una ciudad abandonada a su suerte por el presidente municipal, Ricardo Gallardo Juárez.
Ese sábado, la gallardía celebraba un multitudinario evento político a favor de los Gallardos y sus aspiraciones electoreras para 2018. Ese mismo día hubo cinco ejecutados y días antes otros más.
Una afrenta ni más ni menos, que un grupo político que está demostrando de manera sobrada su incompetencia se atreva a seguir acaparando cargos públicos por la vía del chantaje y la compra de conciencias.
Eso es realmente vil: mientras la sociedad vive en el terror por tanto homicidio, los únicos planes que se perfeccionan en palacio municipal son los electorales. Lo mismo ocurre en el otro feudo, en Soledad de Graciano Sánchez.
Es tan abusiva la gallardía, que en estos momento sus promotores enviados por sus coordinadores visitan domicilios para ofrecer pedazos de tierra en el cementerio a cambio del voto a favor de cualquiera de los candidatos que postulen los Gallardo.
Gente como esa no merece un solo voto.
Ya ha arrancado el proceso electoral 2018 y la circunstancia que lo marca es la creciente violencia en una capital potosina que nunca antes había estado tan descuidada en materia de seguridad.
No hay programas de prevención del delito (eso de pintar casas y bardas de amarillo es solo una vacilada) y las estrategias de reacción al delito prácticamente no existen. La única estrategia es cerrar los ojos y no ver nada.
El gobierno municipal le ha endilgado todo el problema al gobierno estatal y con ello, ha declinado en su obligación legal de dar seguridad a los ciudadanos. Los sucesos del fin de semana son de notable gravedad y apuntan a que la ciudad va en picada hasta lo más hondo de la violencia.
Entre tanto, en palacio municipal, se organiza el reparto de candidaturas locales y federales que en el fondo, es lo único que siempre les ha interesado.