Por Antonio González Vázquez
Sin novedad en el Semáforo Delictivo: los municipios de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez siguen siendo los más violentos y con más homicidios en todo el Estado.
Ambas ciudades a cargo del Gallardismo concentraron más del cincuenta por ciento de los homicidios cometidos en la entidad durante el mes de octubre.
La capital del Estado logró el demérito de alcanzar ocho focos rojos y uno en ámbar, mientras que Soledad de Graciano Sánchez alcanzó también siete focos rojos y solo uno en verde.
Con trece homicidios, la capital alcanzó un aumento del 73 por ciento con respecto al promedio de 2016, mientras que en Soledad el aumento en ese mismo sentido fue de hasta 115 por ciento.
La creciente zona de influencia del gallardismo se explica no por los buenos resultados en los gobiernos de esas ciudades sino por la política populista basada en la dádiva; las estadísticas, mes a mes, confirman que la capital y Soledad son los más inseguros, pero paradójicamente, si hoy fueran las elecciones de ayuntamientos, en ambos casos ganaría la llamada Gallardía.
Eso del voto de castigo no funciona con ese grupo, saben que no se ganan las elecciones con votos, sino con todo lo que se regaló durante tres años.
Entre tanto, datos de México Cómo Vamos a través de su Semáforo Delictivo al cierre del mes de octubre, colocó a San Luis Potosí con los ocho focos en rojo, lo que supone que en la entidad los delitos de homicidio, secuestro, extorsión, robo de vehículo, robo de casa, robo a negocio, lesiones y violación aumentaron significativamente.
A nivel estatal, Semáforo Delictivo reportó para octubre 37 homicidios, lo que representó un aumento del 57 por ciento respecto del mismo mes de 2016. Para que San Luis hubiera logrado una luz verde que equivale a que se ha cumplido la meta en relación al homicidio, necesitaba que solo se hubieran presentado 17 homicidios, pero hubo poco más del doble.
Quizá el dato más preocupante es que en octubre hubo 48 casos de violación sexual, mientras que la meta era de 16, lo cual implica que ese delito se triplicó en su frecuencia en la entidad.
Mal en el Estado y pésimo en la zona metropolitana, esa es la realidad.
