De Juan Manuel Carreras López se esperaba mucho. Se decía, es un político muy preparado, muy estudioso, ha leído mucho, tiene una cultura muy amplia y n o se parece en nada a los políticos de viejo cuño, de esos que con solo verlos despertaban la desconfianza y daban de qué pensar hasta al más confiado; algunos incluso, decían que hasta parece intelectual, un intelectual de esos de biblioteca que se las sabe de todas, todas; tan es así que hasta los panistas se lo peleaban para ellos.
Pues todo eso que se decía antes de la campaña de gobernador en 2015 ha resultado ser falso y más bien, Carreras López se acerca más a la definición que de él, hizo también por ese entonces, su coordinador de finanzas en la campaña y actual secretario de Finanzas, José Luis Ugalde. Por rubor no lo repetimos, pero todo mundo sabe que en un audio lo señaló de “ingenuo” y de pendejo”.
Solo eso explica las declaraciones tan simplistas y carentes del buen juicio que debe caracterizar a un buen gobernador. Dijo que “prácticamente todo” lo que se debe de conocer del convenio con Ford ya se conoce y que si alguien quiere más información, pues que vaya a la Secretaría de Desarrollo Económico donde se darán explicaciones sobre el tema.
Solo una pregunta gobernador. Si como usted dice, “todo lo conocible” entre su gobierno y la Ford ya se conoce, ¿entonces por qué se reservó el convenio durante siete años?
Lo peor de un gobernador es querer pasarse de listo pero con bandera “mira mamá te lo juro que yo no fui”. Si quiere ser inteligente y responsable, ordene la desclasificación del convenio, pues clasificar como reservado un convenio del cual como usted dice ya todo se conoce, pone francamente a su gobierno en el ridículo.
