Caja Negra: Un Auditor Superior de la sociedad no de los partidos o del gobernador

Por Antonio González Vázquez 

En San Luis Potosí seguramente hay potosinas y potosinos a manos llenas que son muy inteligentes, pero también honestos, comprometidos y con altos valores cívicos. Debe haber muchos de gran honorabilidad, personas decentes.

Ha de haber potosinos y potosinas que se han ganado el respeto y estima de quienes los conocen. Ha de haber muchos que viven lejos del escándalo y que nunca han cedido a las tentaciones de la corrupción.

Muchos deben ser los potosinos de valía que cumplen a diario de manera honesta con sus obligaciones, que respetan las leyes y que se indignan cuando otros no lo hacen; potosinos que pagan sus impuestos, que el día de las elecciones acuden a votar y que cultivan un espíritu crítico e independiente.

Debe haber miles y miles de potosinos que aman la verdad, que sienten un profundo respeto por la sociedad y que detestan, en cambio, aquello que es torcido e ilegal. Son miles y miles de potosinos que con esfuerzo se ganan la vida todos los días y que desean ayudar a construir un mejor país.

Seguramente en los 58 municipios de la entidad hay potosinos que su mejor carta de presentación es ser buenos ciudadanos. Hay muchos que quieren dejar en mejor situación a sus familias y que saben que eso es posible si la democracia se consolida en un sentido amplio para hacer que todos vivan mejor.

Y como hay potosinos  con valores cívicos y éticos, que son amables y se comportan de manera educada y tolerante con todos, es posible entonces pensar que si hay cabida para un mejor futuro a partir del quehacer de las instituciones públicas.

Ayer se publicó la convocatoria para el registro de prospectos a ser Auditor Superior del Estado. Urge que quienes se registren sean de esos potosinos con un perfil propio del que hablamos líneas arriba.

Es momento de que la Auditoría Superior del Estado deje de ser botín político o cargo para un amigo del gobernador en turno. Hay muchos potosinos que lo pueden hacer bien, pero hay que registrarlos.

Lo peor que puede suceder es que el nuevo Auditor tenga un perfil nocivo como el de los diputados José Luis Romero Calzada o Manuel Barrera Guillén.

No se puede tolerar que políticos de ese pobre nivel y mala calaña se registren o sean registrados y luego de entre ellos, los diputados elijan al Auditor. Eso suele pasar con una frecuencia vergonzosa.

Lo deseable es que en las próximas dos semanas se acerquen a registrar los ciudadanos interesados y no los mensajeros o testaferros de políticos corruptos. No se debería dejar pasar la oportunidad de poner alto a la corrupción de funcionarios y gobernantes de todos los niveles y partidos.

Con un Auditor Superior del Estado surgido de la sociedad y no del estercolero de la clase política, se podrán ir cambiando muchas cosas, empezando por la corrupción desde el gobierno.

Que de la ciudadanía surja un Auditor implacable con los corruptos y respetuoso de la ley y de la sociedad. Es necesario evitar que los partidos se salgan con la suya; por un Auditor Ciudadano.

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