Virgilio Andrade es seguramente el funcionario federal que goza de mayor desprestigio y el que más burlas ha provocado, es algo así como el hazmerreír del gabinete de Enrique Peña Nieto y como consecuencia de ello, es el secretario de quien más memes se han publicado, vale decirlo, en su mayoría, con lapidaria eficiencia.
Tan solo verlo y es de frotarse las manos pues se le define como el de “cara más memeable” del gabinete presidencial, lo cual por cierto, ya es decir mucho.
Luego de que Virgilio Andrade dictaminó que el presidente Peña no había incurrido en tráfico de intereses con el escándalo de la Casa Blanca al secretario de las Función Pública fue conocido en las redes como “Harry el putito”. Como ese dictamen que colocó al presidente Peña como un político como un ángel de dios de lo impoluto que es, a Virgilio se le presentaba en las redes como el sucesor del cómico Polo Polo porque no solo tienen cara de chiste sino porque cuentan chisten muy malos.
De hecho, hasta el día de hoy, no hay quien tome en serio al secretario de la Función Pública.
Perdón, si hay quien tome en serio sino es muy pero muy en serio lo que dice Virgilio Andrade y ese extraviado de juicio que se cree lo que dice el tal Andrade es nada más ni nada menos que el gobernador Juan Manuel Carreras López.
El miércoles estuvo en San Luis el secretario meme para encabezar un simulacro de ceremonia donde se simula que el gobierno estatal combate la corrupción y es el más transparente de la galaxia. En su discurso que bien pudo haber sido escrito en letras de oro, alabó el carácter honesto y transparente del gobernador Juan Manuel Carreras López.
Puede ser que desde la cascada de elogios a Peña, Andrade no había elogiado tanto ni a nadie como el gobernador potosino, hecho, por supuesto, digno de todas las crónicas periodísticas por lo que el gobierno se dio a la tarea de difundir sus boletines con las sabias palabras de Virgilio Andrade.
En la solitaria redacción de Astrolabio estallamos de risa cuando en un comunicado se leía que “es indudable que en San Luis Potosí existe una vocación por parte del Gobierno del Estado para ir a la vanguardia en términos de transparencia y rendición cuentas, o como le llama el propio mandatario estatal, gobiernos responsables”. Con razón lo confunden con Polo Polo.
Y por si fuera poco, como para llevar la risa al extremo de la hilaridad, Virgilio puso a Carreras “como un ejemplo de honestidad”. Claro, la vara de honestidad del secretario, es el presidente Peña, en esa tesitura, todos los del gabinete y los gobernadores no podrían ser más ni menos honestos.
A fin de cuentas, de qué sirven las cucharadas de melosa adulación del secretario de estado más farsante que haya conocido un gabinete presidencial. El gobernador Carreras de andar muy apurado porque en ocho meses en San Luis poco pasa y por ello, debe recurrir a palabras tan falsas como afrentosas de Virgilio Andrade.
Baste recordar que en San Luis Potosí se cometen 15 mil 684 actos de corrupción por cada 100 mil habitantes al año y que en 2015 hubo más de 10 mil víctimas de funcionarios corruptos, con eso, Si Virgilio Andrade y Juan Manuel Carreras tuvieran algo de pena, se deberían de abstener de celebrar eventos burdos como el del miércoles y, por supuesto, Andrade antes de hablar, debiera pensar un poco lo que dice para que no parezca, de nuevo, un mal chiste.
