Cecilia Ferretiz, un legado e historia en sus manos

María Ruiz

La cultura popular potosina, su oralidad y tradición han permanecido en el contexto social actual gracias al trabajo que durante más de 55 años ha realizado la maestra Cecilia Ferretiz Colorado.

A sus 81 años de edad ha dedicado su vida entera a preservar los conocimientos que le fueron otorgados por sus padres, quienes le heredaron todo un legado de técnicas artesanales ancestrales (casi extintas) por las cuales hoy día es considerada un referente “patrimonial” de la cultura en el estado.

Cecilia creció en un hogar humilde de la capital potosina, en medio de una situación económica precaria. Su familia pertenecía a la clase trabajadora y sufrían la coyuntura económica de la época del año 1950.

La necesidad de su familia hizo que sus padres desarrollaran trabajos artesanales que les fueron heredados con el pasar de los años y que además convirtieron en su principal fuente de ingresos.

La maestra Cecilia recuerda que fue entre los cinco y siete años que comenzó a crear su primera pieza artesanal, una carpeta de palma que vendían a los San Juaneros.

“Estas carpetitas las elaboraba mi mamá y nos enseñó a entramar la palma, que es un material difícil. Eran pequeñas y llevaban también un asa grande para llevarla en el hombro. Estas bolsitas eran utilizadas por los peregrinos para llevarse la conocida tierra milagrosa de San Juan”.

Luego de este primer encuentro con la materia prima de la artesanía, empezaría a convertirse en una gran observadora y a repetir cada paso que daban sus padres.

Así fue que, a través de los años, conoció de pigmentos naturales, técnicas evanisticas, carpintería, talla, modelado en barro, cartonería, papel picado, comida tradicional potosina y hasta bordado en la técnica tradicional. Nociones que le permitieron desarrollarse en diversos ámbitos culturales como la docencia de las artes.

Sin embargo, no fue hasta sus 30 años que en el entonces extinto Instituto de Cultura de San Luis Potosí (ahora Secretaría de Cultura) comenzó a impartir cursos para no “dejar morir”, como la maestra mencionó, las culturas populares.

La cultura popular existe y es inevitable

Para la maestra Cecilia Ferretiz, compartir sus conocimientos con la sociedad ha sido una encomienda de vida para que prevalezcan y se perpetúen las nociones de la cultura del México antiguo.

Ella menciona que en estos más de 55 años dando clases ha perdido la cuenta de cuántos alumnos ha tenido en cada recinto cultural para el que ha trabajado. Sin embargo, reconoce que muchos de aquellos niños y jóvenes que la acompañaron en las tardes de verano en sus cursos de artes populares, hoy día son personas que de alguna u otra manera continúan su legado como artistas.

“Me ha tocado enseñarle a todo el mundo. Desde niños hasta gente adulta, así como también personas humildes y familias de prestigio y abolengo”, explica.

La maestra Ferretiz señala que su intención al continuar compartiendo su conocimiento es que –alguna vez– el público potosino valore y preserve las artes populares que comúnmente han sido “despreciadas” a través del tiempo.

“Nadie las valora, las subestiman. Son pocas las personas que de verdad saben apreciar la cultura popular y las artes que se derivan de ella”.

Asimismo, comenta que uno de sus apoyos más grandes y quien siempre estuvo pendiente de la difusión de las artes populares fue el historiador, escritor y periodista Álvaro Muñoz de la Peña, a quien recuerda con gran afecto y estima, pues son pocos los que se han dado a la tarea de documentar el arte que tiene origen en los pueblos potosinos y que ha sobrevivido al plagio, la copia y la producción industrializada.

“Él retomó e hizo visible mucho de mi trabajo. También con su labor hizo grande a San Luis Potosí. No todo el arte popular y su cultura proviene de la Huasteca. Aquí en la capital y sus municipios cercanos también hay historia y cultura, y se tiene que hablar de eso también”, enfatizó la maestra.

Y es que, la también artesana explica que el patrimonio cultural inmaterial y las culturas populares e indígenas se han abordado desde una visión que deja fuera la identidad.

“Se necesita que en San Luis Potosí se retome la importancia de la cultura popular y las artes, y que también se entienda que cultura no es una sola”.

Aunado a ello, puntualiza que las artes populares han sido aplicadas a ciertos criterios de jerarquizaciones, que muchas de las veces han olvidado la maravillosidad cultural de las civilizaciones que hicieron de San Luis Potosí, lo que es hoy.

Por otro lado, desechó aquel erróneo concepto de élite que señala que el arte popular se encuentra solo en los museos especializados pues “la cultura popular está en cualquier lugar y es inevitable“.

Ser mujer artesana y heredera

Hasta el momento, para la maestra Ferretiz Colorado no ha llegado el reconocimiento idóneo hacia su trabajo por preservar la cultura popular potosina.

“Aún no lo tengo y no me ha llegado. Creo que la gratificación más grande a mi trabajo sería que valoren la cultura y las artes populares”.

Una mujer apasionada de lo que hace y que puntualiza “no requerir papeles” para que validen su gran trayectoria y trabajo ya que, gracias a sus conocimientos, ha podido estudiar en las academias más importantes de arte en Cuba y se ha ganado el prestigio que su legado le ha dejado a San Luis Potosí.

Por otro lado, mencionó sentirse un poco decepcionada, pues percibe que la sociedad actual desprecia la cultura popular y tiene un nulo interés por ella.

“Una menciona cultura popular y piensan en otras cosas. No analizan que es todo aquello que nos identifica como seres humanos pertenecientes a esta sociedad. Yo admiro a las mujeres de otros estados que han sabido organizarse y que han luchado porque su cultura permanezca”.

Una situación que entristece un poco a la maestra Cecilia, pues menciona que parte del desinterés nace de las personas que gobiernan el Estado desde una mirada de exclusión e ignorancia.

“A veces no hay interés por San Luis Potosí capital. Hace falta también participación ciudadana y que se dé continuidad a lo que las y los artesanos hacemos, porque no lo admiran, solo lo compran y ni siquiera preguntan cómo se hace”.

Y es que esta artesana, artista y mujer cuidadora de las artes populares sabe que las culturas populares forman parte de la identidad, y que contribuyen también, como menciona, a una sociedad humana y digna de saberes, que no tienen frontera.

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