Antonio González Vázquez
Se parecen mucho, aunque no son iguales.
Se dedican a lo mismo desde bandos diferentes, pero los emparenta su ambición por el poder.
Uno gobierna el estado y el otro, la capital.
Tienen en común cierta trayectoria oscura en su pasado: a uno, por haber caído preso por acusaciones por ser sospechoso de delincuencia organizada y el otro, por presuntas violaciones a derechos humanos a su paso como jefe de la Policía Federal.
Cosas del pasado que ahí están, cada uno, con su leyenda negra.
Y como se parecen mucho, continuaron su vida política y desde el año pasado, José Ricardo Gallardo Cardona es gobernador y Enrique Francisco Galindo Ceballos, presidente municipal de San Luis Potosí.
En el ejercicio de sus cargos, actúan como si siguieran el mismo manual de gobierno.
Con el paso del tiempo, el estilo de ambos, basado en la publicidad mediática y en redes sociales, los ha asemejado cada vez más.
Sus programas y acciones de gobierno parecen haber surgido de una misma mente.
El gobernador entrega mochilas y útiles escolares; luego el alcalde lo replica.
Gallardo regala despensas para combatir el hambre y Galindo hace lo propio.
El mandatario concentra todo el poder presupuestal en los programas sociales a través de SEDESORE y DIF, mientras que el edil crea la Secretaría del Bienestar Municipal.
La dádiva y el clientelismo está en el ADN de las dos administraciones.
La Gallardía organiza las Posadas Navideñas y recauda juguetes para regalar a manos llenas y el presidente municipal, se apresta a comprar decenas de miles de juguetes, piñatas, cobijas y despensas para obsequiar a la gente.
El ejecutivo anuncia la instalación de pantallas gigantes para que, en las plazas públicas, las y los potosinos vean los partidos de la selección mexicana en el Mundial de Qatar, oportunidad para regalar balones y otros artículos deportivos, en tanto que el alcalde regalará camisetas de la escuadra nacional.
Si de show y entretenimiento se trata, para eso están más que hechos Los Hombres G.
El gobernador juega fútbol con estudiantes de una secundaria o con sus amigos del gabinete y Galindo organiza un fondo ciclista.
Gallardo asiste a conciertos de bandas gruperas y norteñas, mientras que Galindo va a un concierto con un cantante de ópera u organiza conciertos de música pop.
Si Gallardo organiza charreadas, Galindo monta un ring para una función de lucha libre en la plaza de los Fundadores.
Si Gallardo “innova” en su informe de gobierno, Galindo también. No importa la rendición de cuentas, lo relevante es el ego.
Cada quien con su propio caché.
De lo que se trata es de entretener a la gente.
El combo electoral de Galindo con el fracasado y derrotado Cesar Octavio Pedroza Gaitán con el que se invitaba a los electores a decirle no al pollo, paradójicamente, es ahora el de Los Hombres G.
En eso de administrar los problemas del estado y la capital, que no de resolverlos, van de la mano, situación que se ha dado por calificar como “histórica y trascendental coordinación”.
Se parecen tanto, que hasta en las encuestas (cuchareadas o no) van parejos.
En sus distintos espacios de comunicación, suelen compartir resultados de estudios demoscópicos en los que salen muy bien evaluados, aunque tienen el hábito de ocultar aquellos en los que son reprobados, especialmente en el tema de la inseguridad.
Son muy solícitos para comentar que “vamos muy bien”.
El gobernador monta la estrategia de obras de infraestructura “nunca antes vista” y el presidente municipal entra “al rescate de una ciudad devastada y olvidada”.
Se acompañan entre sí en el arranque e inauguración de obras, se ponen sus chalecos institucionales y se desean parabienes en su tenaz esfuerzo por servir a las y los potosinos; se dedican floridas palabras en un ejercicio de apología mutua sin fin.
El jefe de La Gallardía y el primer priista del estado, se parecen cada día más.
Es cuestión de estilo y objetivos políticos.
Hay, sin embargo, una distancia muy grande en ello: Gallardo va por imponer por años a La Gallardía en el poder, mientras que Galindo tiene a la vista la sobrevivencia de su partido. En tamaño y fuerza política, ahí sí que no son iguales.
Hasta en los problemas irresueltos se parecen: el gobernador prometió vivir sin miedo y ocurre que 81 por ciento de la población se siente insegura; Galindo ofreció tener la mejor policía y la ciudad más segura del país, pero el 86.1 por ciento de las y los capitalinos consideran que la ciudad es insegura.
Gallardo dijo que el problema del agua estará resuelto para los próximos cien años y nada; Galindo dice que, de no resolverlo, al menos dejará los estudios necesarios para que la siguiente administración lo haga.
El gobernador carga todos los males del estado a la “herencia maldita” que le dejó Juan Manuel Carreras López y el alcalde, responsabiliza hasta de los días nublados al ex edil Francisco Xavier Nava Palacios.
Los dos tienen lemas de gobierno afirmativos: PotoSí para los potosinos y la Capital del Sí.
Durante la semana pasada, la casa encuestadora México Elige, dio a conocer resultados de evaluaciones a gobernadores y alcaldes: Gallardo segundo lugar y Galindo, tercero.
Aldo Campuzano, director general de esa empresa se refirió a Gallardo y dijo que su aprobación en la evaluación es gracias a que es “es un gobernador muy peculiar que sabe comunicar y conectarse con la gente”.
Eso se puede hacer extensivo a Galindo.
Los Hombres G saben explotar las emociones de la gente mediante su aparato publicitario. Ese es su éxito, no que sean buenos gobernantes.
Eso es lo que tenemos y por ahora, nadie lo puede remediar.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias NOTIMEX, La Jornada y Milenio.
