Carlos Rubio
En un hecho sin precedentes, el lunes por la noche el Gobierno Municipal cerró las plazas públicas más concurridas del Centro Histórico como medida de prevención contra la pandemia de coronavirus Covid-19. Esta acción se llevó a cabo justo en víspera del anuncio de la llegada de la fase 3 de la pandemia a México, hecho esta mañana por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
Anteriormente se habían clausurado únicamente las bancas de las principales plazas mediante cordones amarillos de seguridad, sin embargo las personas desobedecieron esta medida y los quitaron para sentarse. Por esta situación el Gobierno Municipal decidió incrementar la medida y decidió clausurar los espacios públicos con postes naranjas y cintas de seguridad que rodean la mayor parte del perímetro.
En la Plaza de Armas se encuentra cerrada toda la parte central, por lo que es necesario rodear completamente para pasar. Aún con las cintas que dicen “prohibido el paso”, sigue habiendo personas que deciden ignorarlas y pasar por debajo de ellas.
Esta situación también ha generado un conflicto entre los boleros que trabajan junto al jardín, ya que, según comentan, los tomó por sorpresa esta situación y nadie les ha comentado nada al respecto. Algunos decidieron bajar sus sillas de trabajo y continuar laborando, no obstante algunos decidieron desobedecer las cintas de seguridad y entrar de todos modos.
El panorama luce sumamente desolador; la famosa estatua señor de las palomas ahora se asimila a un ser inmune al virus que vigila la zona. Da la impresión de ser una zona de contaminación al contacto, algo así como la ciudad fantasma de Prípiat. 
La Plaza de Carmen también se encuentra clausurada, pero con algunos espacios libres para caminar; son en mayor parte las jardineras las que se encuentran acordonadas para impedir que las personas se sienten. Inclusive el Teatro de la Paz de encuentra rodeado por la cinta amarilla, debido a sus famosas escalinatas donde la gente suele sentarse a tomar un descanso. También en esta plaza hay quienes deciden desafiar el orden y sentarse, aunque esté prohibido. 
El Jardín Escontría también fue clausurado, ya es imposible sentarse en las jardineras centrales. Se puede observar a una patrulla de la Policía Municipal dando rondines para checar que ninguna persona viole la cinta amarilla.
Esta medida ha desconcertado a muchas personas; en su mayoría a las que suelen usar las jardineras y bancas como sus espacios de trabajo, como los músicos y dibujantes, que lucen rostros de asombro por no saber a dónde ir ahora. Algunos han optado incluso por sentarse en el piso.
De momento estas medidas no han sido aplicadas en el Jardín Colón, donde una gran cantidad de personas de la tercera edad se sienta a pasar el rato. También la Plaza Fundadores se encuentra libre al paso, aunque es muy poca la afluencia de gente que se encuentra al medio día; únicamente las bancas han sido clausuradas.
Conforme avanza, el coronavirus ha obligado el cierre de espacios: primero, negocios, y ahora hasta las emblemáticas plazas del centro, ¿cuál será el próximo espacio que el Covid-19 nos obligará a abandonar?
