Berlín, Alemania (21 de abril).- Uno de los últimos procesos contra un criminal nazi comenzó hoy al norte de Alemania contra Oskar Gröning de 93 años de edad, acusado de complicidad en el asesinato de 300 mil personas durante el Holocausto.
Gröning trabajó durante la Segunda Guerra Mundial en el campo de concentración de Auschwitz, donde requisaba los equipajes de los prisioneros que llegaban, sustraía el dinero que traían y lo remitía a la SS en Berlín. Para la Fiscalía de Hannover, el llamado “Contable de Auschwitz” es un eslabón necesario de la maquinaria de exterminación nazi, porque sabía que aquellos prisioneros considerados “no aptos para trabajar”, serían asesinados en las cámaras de gas.
Nunca ocultó su pasado, pues fue de los pocos que reconoció de manera abierta su “culpabilidad moral” y escribió sus memorias para contrarrestar a quienes niegan el Holocausto.
Sin embargo, rechaza haber sido cómplice de los asesinatos masivos, aún cuando hace 10 años en una revista al semanario “Der Spiegel” se reconoció a sí mismo como “una pieza de la maquinaria”. Por esta razón, se resiste a asumir responsabilidad legal.
La acusación contra el exfuncionario nazi se limita a la llamada “Acción Húngara”, ocurrida en el verano de 1944, en la que fueron asesinadas al menos 300 mil personas en las cámaras de gas. En ese entonces, llegaron a Auschwitz-Birkenau unos 137 transportes procedentes de Hungría con alrededor de 425 mil personas, de las que 300 mil fueron asesinadas.
Los abogados de Gröning esperan que el nonagenario acceda a testificar en el juicio.
Fuente: Milenio.