Texto y fotografías de María Ruiz
La Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado (Becene) fue escenario de una manifestación espontánea y cargada de indignación por parte de su comunidad académica la mañana de este lunes.
El motivo: la sorpresiva destitución del doctor Francisco Hernández Ortiz como director general de la institución, una figura reconocida y respetada por más de dos décadas al frente del plantel.
Su reemplazo, el doctor Juan Manuel Güell Rodríguez —exalumno del propio doctor Francisco—, llegó ahora sin que se haya comunicado oficialmente a toda la comunidad, sin convocatoria ni revisión de perfiles, según denunciaron los docentes.
La comunidad normalista no protestó por el cambio, sino por las formas abruptas, opacas y carentes de protocolo con las que se llevó a cabo, describiéndolo como un acto de imposición y desdén institucional.
Durante la jornada de protesta, docentes y estudiantes exigieron explicaciones claras y una rendición de cuentas por parte de las autoridades educativas del estado.
Flor Aumara García, doctora investigadora en la Becene, expresó su inconformidad con el procedimiento.
“Se notifica de forma abrupta al doctor Francisco, sin una explicación institucional previa, sin un proceso de transición, sin convocatoria. Las formas importan y esto fue irrespetuoso no sólo con él, sino con todos quienes aquí trabajamos y formamos docentes”.

García reconoció que el Gobierno del Estado tiene la facultad para realizar este tipo de nombramientos, pero en una época en la que se exige transparencia y rendición de cuentas, no se puede actuar con mecanismos del pasado.
“La trayectoria del doctor Francisco y los logros de esta institución merecen un procedimiento respetuoso y conforme a derecho”.
Durante la protesta, varios docentes recordaron que bajo la gestión de Hernández Ortiz la Becene se posicionó como una de las mejores escuelas normales del país, con niveles de evaluación superiores al 98 por ciento.
“¿Cuál es el motivo real para retirarlo? Si hay algo que no sepamos, que se diga, pero no se puede echar abajo el trabajo de años sin una justificación. Esto no es justo”, señaló una profesora con 32 años de servicio en la institución.
Lo que comenzó como una manifestación pacífica escaló a un preocupante episodio cuando algunos estudiantes colocaron lonas de protesta y otros alumnos, presuntamente enviados por terceros, llegaron con cúteres y navajas para retirarlas.
Este hecho causó consternación entre docentes y los alumnos presentes.

“No sabemos quién los está manipulando para actuar así. Es peligroso y pone en riesgo a la comunidad. Exigimos respeto a la libertad de expresión”, declaró la doctora García.
Las imágenes de jóvenes enfrentándose dentro del plantel, en una escuela formadora de docentes, levantaron alarmas sobre un clima de tensión inédito en la institución.
El doctor Hernández Ortiz ya había sido retirado previamente del cargo en años anteriores, sólo para ser reinstalado posteriormente.
“Aquí hay gente con trayectoria, con doctorado, con experiencia en administración educativa. Se pudo abrir una convocatoria transparente y competir en buena lid. No había necesidad de hacerlo de esta manera”, expresó un profesor con más de 20 años de experiencia.
Por su parte, la doctora Élida Godina Belmar, también académica de la Becene, reconoció que los cambios son necesarios en cualquier institución, pero este episodio debe marcar un antes y un después:
“Este hecho histórico nos deja una lección: necesitamos un reglamento claro para los cambios de directivos. Que se institucionalice el proceso y que nunca más vuelva a ocurrir de forma arbitraria”.