Comunidades de Villa de Reyes se manifiestan contra abusos de la GCE

Fernanda Durán

Habitantes de distintas comunidades del municipio de Villa de Reyes bloquearon la carretera 37, a la altura de la avenida CFE, en protesta por presuntos abusos, extorsiones y actos de corrupción atribuidos a elementos de la Guardia Civil Estatal (GCE).

La movilización inició desde temprano este miércoles 15 de octubre, los manifestantes cerraron la vialidad con un vehículo y en el colocaron pancartas con exigencias como “Fuera la Guardia Civil Estatal”, “No queremos a la Guardia Civil en Villa de Reyes”.

La convocatoria fue difundida días antes a través de redes sociales, donde se llamó a las comunidades a unirse para “respaldar a quienes han sido víctimas y testigos de abusos”. El punto de reunión fue el puente de Gogorrón, desde las 7:00 horas, donde comenzaron a concentrarse decenas de pobladores.

Durante la manifestación, habitantes de diversas localidades denunciaron que los operativos de la GCE se han convertido en una fuente constante de extorsiones y hostigamiento.

“Estamos cansados de los abusos y las estafas”, expresaron algunos manifestantes, quienes exigieron la intervención de las autoridades estatales y la destitución de mandos responsables.

La inconformidad no es nueva. En distintos puntos del estado se han registrado denuncias ciudadanas y protestas similares contra la corporación por presuntos abusos de autoridad, acoso y corrupción.

En algunos casos, las tensiones han derivado en enfrentamientos verbales con autoridades municipales y llamados a cambios en la estructura de mando como en el municipio de Ciudad Valles, o el caso del alcalde Huehuetlan, Ramón Martínez Avitud, quien corrió a pedradas a una patrulla de la Guardia Civil del Estado en un hecho que, coincidentemente, cumplió un año está semana.

El contexto de inseguridad en Villa de Reyes también ha contribuido a deteriorar la confianza de la población en las fuerzas del orden. En enero de 2025, un ataque armado contra la GCE dejó varios agentes heridos, mientras que en septiembre de ese mismo año se reportó un enfrentamiento en la comunidad de Coahuila, con presuntos delincuentes abatidos. Estos episodios han dejado a la población atrapada entre la violencia criminal y la desconfianza hacia la policía.

La protesta de este miércoles pone de manifiesto una doble crisis: la de la inseguridad frente a la delincuencia y la pérdida de legitimidad de la Guardia Civil Estatal.

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