Fernanda Durán
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) concluyó este viernes el periodo de paros estudiantiles que se mantenía activo desde el pasado 20 de octubre, luego de que la Facultad de Ciencias, en el Campus Pedregal, alcanzara acuerdos con las autoridades universitarias y anunciara el levantamiento de la suspensión de actividades.
De acuerdo con el comunicado emitido por la institución, las clases se reanudarán el próximo lunes 3 de noviembre, tanto en la Facultad de Ciencias como en los institutos de Física e Investigación en Comunicación Óptica, así como en la Coordinación para la Innovación y Aplicación de la Ciencia y la Tecnología (CIACYT), que habían participado solidariamente en el paro.
El plantel fue el último en llegar a un entendimiento con la Rectoría, tras más de una semana de diálogo. Los estudiantes mantenían su exigencia de mejorar la accesibilidad al campus y de contar con transporte público que facilite el traslado hacia la zona poniente, además de reforzar las medidas de seguridad.
Según el boletín universitario, el acuerdo incluye compromisos formales orientados al fortalecimiento de la seguridad y la aplicación de políticas efectivas para prevenir y erradicar la violencia de género dentro de la comunidad universitaria.
El director de la Facultad de Ciencias, José Salomé Murguía Ibarra, reconoció la disposición al diálogo mostrada por el estudiantado y que el proceso de negociación permitió reafirmar el compromiso institucional de velar por el bienestar de toda la comunidad.
Con el levantamiento del paro en Ciencias, la UASLP recupera la normalidad académica en todos sus campus y entidades, tras una de las mayores movilizaciones estudiantiles de los últimos años, motivada por el caso de agresión sexual contra una alumna de la Facultad de Derecho y por el reclamo de deficiencias en la atención de denuncias y protocolos de género.
Durante las dos semanas de crisis universitaria, la Rectoría recibió pliegos petitorios de cada facultad, con coincidencias en temas como la seguridad, la eficiencia de la Defensoría Universitaria y la revisión de los procedimientos de atención a víctimas, incluso en algunos campus, las comunidades también demandaron la renovación de sus representaciones estudiantiles.




