Corea del Sur aísla dos hospitales para evitar que el MERS se expanda

Corea del Sur ha decidido aislar dos hospitales para impedir que el número de infectados por el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) siga aumentando. Se trata de un centro en Seúl y otro en la ciudad de Pyeongtaek —situada a unos 65 kilómetros al sur de la capital—, que permanecerán completamente cerrados con 133 personas dentro durante los próximos 11 días. Los pacientes no podrán salir de la habitación ni recibir visitas, y el personal médico tampoco podrá abandonar el recinto durante este tiempo, que se ha establecido teniendo en cuenta que el periodo de incubación del MERS es de unas dos semanas como máximo. Muchos otros hospitales, aunque no han sido sellados, han prohibido la entrada de nuevos pacientes ante el temor de que se contagien.

A pesar de lo excepcional de la medida, las autoridades surcoreanas creen que lo peor de la crisis desatada por la irrupción del MERSya pasó. El número de personas afectadas por la enfermedad ascendió este viernes a 126, solamente cuatro más que el jueves. Durante esta semana los casos de nuevas infecciones habían crecido a un ritmo mucho mayor y los datos conocidos este viernes alientan la esperanza de poder frenar el avance del virus, que se ha cobrado 11 vidasdesde que se detectó el primer caso el 20 de mayo.

“El riesgo de propagación a través del aire o en comunidades fuera de los hospitales es muy bajo. Por lo tanto, le pedimos a la gente que supere su miedo y haga vida normal”, aseguró el Ministerio de Salud surcoreano en un comunicado. Las autoridades suspendieron la prohibición de mantener cerradas las escuelas en Seúl y alrededores y a partir del lunes serán los propios centros los que decidirán cómo proceder. Aunque 3.680 personas siguen bajo observación, el número empieza a bajar por primera vez después de que muchas de ellas ya hayan superado las dos semanas de periodo de incubación sin mostrar ningún síntoma de la enfermedad. Los más típicos son la fiebre, tos y dificultades respiratorias.

El personal sanitario dedicado a la atención de pacientes con MERS, reza este viernes en el hospital Sungmo de Seúl. / PARK JI-HO (AP)

Un total de 55 centros médicos en el país (la mayoría en Seúl y la provincia colindante de Gyeonggi) han sido expuestos al MERS. Todos los casos se remiten a un mismo portador, un hombre de 68 años que hizo un viaje de negocios por cuatro países de Oriente Medio —región donde se originó el virus en 2012— y enfermó una vez volvió a Seúl. Buscó atención médica en hasta cuatro centros distintos y no se le aisló hasta que se le diagnosticó la enfermedad. Además, durante los primeros días del brote, otros tres pacientes fueron trasladados sin las medidas de seguridad necesarias, lo que favoreció los contagios. Muchos ciudadanos han criticado la gestión de esta crisis por parte de las autoridades, a las que acusaron de actuar “tarde y mal”.

El brote de MERS ha provocado una alarma social en las zonas donde han aparecido los casos. Muchos habitantes en Seúl salen a la calle ataviados con mascarillas y se ha registrado un desplome de la actividad económica y las ventas en centros comerciales, restaurantes, museos o cines, según cifras oficiales. Por ahora no hay un tratamiento efectivo contra el virus, aunque su contagio solamente se produce si hay un contacto muy directo con el enfermo. La tasa de mortalidad se sitúa aproximadamente en el 30%, aunque en el caso del brote en Corea del Sur se ha reducido hasta el 8%. Todos los fallecidos padecían de otra dolencia crónica en el momento del contagio.

El Mundo

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