Crónica: Mirada con esperanza, Cuba hacia el fin del embargo

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Ciudad de México, (21 de abril de 2015).- Visitar Cuba es un enigma a descifrar, la oportunidad de descubrir cuánto de lo que se dice sobre la isla es verdad o mentira.

Una vez que hemos sentido el calor tropical en la piel, vayamos por pasos.

Al salir del aeropuerto “José Martí” y tomarme la foto del recuerdo, lo primero que vino a mi mente fue quererla subir a Facebook, pero de repente vi que no se podía, por algún momento busqué que me llegara alguna señal de WiFi.

Pero pasaron los minutos, ycomprendí  las condiciones en telecomunicaciones del lugar dónde estaba.

El acceso a Internet en Cuba está altamente restringido y el costo está muy por encima de lo que la mayoría de los cubanos puede gastar. Su comida, aunque altamente deliciosa, no está al alcance de todos los ciudadanos, en especial la carne de res, la cual es controlada por el gobierno, dos vertientes que parecen mejorar para los próximos años.

Así que tomarse una selfie y compartirla por alguna red social, capturar una imagen y hacerla pública en Facebook, es un lujo. Para los cubanos es decidir entre costear una hora de conectividad por 4.5 dólares convertibles –cuando su salario es apenas de 20 dólares mensuales– o comer. Para el turismo es una opción a la que pueden acceder si lo soportan sus gastos de viaje.

A pesar de que el pasado 16 de marzo llegó la primera red WiFi a la isla y se instaló en el Centro Cultural Kcho, auspiciada por el artista plástico y diputado al Parlamento Cubano, Alexis Leyva “Kcho”, Cuba está prácticamente desconectada, pues apenas tiene una cobertura en Internet del cinco por ciento.

Hasta ahora, quienes pueden acceder a este servicio son losprofesionales en sus centros de trabajo. Aunque la interconexión ha llegado por primera vez a 11 mil 503 personas, la alegría se diluye al compararla con los 11 millones de habitantes, de los cuales más de medio millón son universitarios. Además,  el acceso es a páginas nacionales y con una velocidad de 56 kb. Impensables en el teléfono móvil de cualquier adolescente en otras partes del mundo.

Foto: Jaime Castillo

En Cuba el acceso a Internet es tan restringido que las familias, estudiantes y trabajadores lo ven como un lujoinalcanzable. Las conexiones privadas están estrictamente reguladas por el Estado y sólo llegaban, hasta 2013, al 3.4 por ciento de los hogares, detalla la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

Sin embargo, el servicio es factible para periodistas, diplomáticos extranjeros y algunos funcionarios del Estado. Aunque en la isla existen los cibercafés, la conexión es cara y muy pocos cubanos cuentan con la solvencia para pagar siquiera media hora.

Las conexiones privadas están estrictamente reguladas por el Estado y sólo alcanzaban, hasta 2013, el 3.4 por ciento de los hogares, detalla la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

Etecsa, la firma estatal cubana y única que suministra el servicio, ha habilitado un centenar de salas de navegación en todo el país y cobra 4.50 pesos convertibles (igual cantidad en dólares) la hora de uso de Internet. En febrero habilitó una oferta temporal de 50 por ciento de rebaja, pero sólo para algunos casos.

Para hacer una comparación entre Cuba y México, a los mexicanos nos saldría alrededor de 70 pesos la hora, esto si el dólar se mantuviera debajo de los 16 pesos.

Antes de viajar a la isla caribeña, hablé con la telefónica con quien tengo un contrato tarifario, que me hizo ver que ellos no cuentan con paquete de datos en Cuba y lo único que podía ofrecerme sería el servicio de llamadas y mensajes, los cuales son demasiados caros si uno los ocupa, la llamada hacía México oscilaba entre los 13 y 15 pesos el minuto, y el mensaje de texto tuvo un costo de cinco, por ello llamé a casa un día y al siguiente mandaba mensaje.

El proceso para que los habitantes de Cuba puedan entrar en la era de la tecnología se ve un poco lejano. Mientras el cubano percibe un salario de 30 pesos convertibles (450 pesos) al mes, no puede darle el pequeño lujo de querer utilizar el interne en un cibercafé.

Al platicar con Roly, el dueño de la casa donde me hospedé enLa Habana Vieja, me comentó que escuchaba en las noticias de Facebook y Twitter, pero que realmente él no conocía o no sabía a lo que se referían.

Para qué quieres subir ciertas cosas, por qué veo que los turistas sufren por no tener internet, podemos platicar, tener una charla, me pueden preguntar por mí país”, señaló.

Al final de la charla, y con un calor sofocante –34 grados a la sombra– los mojitos fueron el pretexto para dejar a un lado las ideas sobre internet y platicar con las demás personas que ahí también se hospedaban.

¿QUÉ VIENE?

Facilitar las comunicaciones con la isla y que mejore el acceso a Internet, son dos de las prioridades del gobierno estadunidense en esta nueva fase de “normalización” de relaciones, para la que se han celebrado las conversaciones entre altas autoridades de La Habana y Washington.

Pero mientras los grandes acuerdos se suceden en los escritorios internacionales, Cuba sigue desconectada.

Y en pleno Siglo XXI.

La esperanza se centra en la conexión directa con la que ya cuentan Cuba y Estados Unidos, un servicio habilitado por el momento sólo para llamadas de voz, en virtud de un acuerdo entre la estatal Etecsa y la firma estadounidense IDT, elprimer convenio empresarial entre los dos países desde su deshielo diplomático.

EL HAMBRE ES LA VIDA COTIDIANA DE LOS CUBANOS

Otro de los mitos. El abastecimiento. ¿Qué hay de cierto sobre la libreta de abastecimiento?

Esto encontramos: en Cuba el Estado subvenciona una canasta básica mensual que protege a los más desfavorecidos, pero el hambre es parte de la vida diaria de muchos cubanos: muy pocos pueden darse el lujo dedesaprovechar los productos de la llamada “libreta de abastecimiento”.

En un recorrido que realicé de Santiago de Cuba a Bayamosucedió algo singular.  Tomé el muy conocido y un poco viejo y descuidado tren cubano. El pasaje es muchísimo más barato que el de un autobús, pues costó cuatro CUP (peso cubano) por persona, cuando el camión nos cobraría 15 pesos convertibles (alrededor de 225 pesos).

Aunque el tren fue toda una experiencia, ahí conocimos a la otra Cuba, a la no turística.

Foto: Jaime Castillo

El recorrido estuvo acompañado por estudiantes, trabajadores, y madres, pues pasa por siete pueblos, y yo tuve que bajar en la tercera parada, ya que un cable bloqueaba las vías del tren y por ende, tenían que esperar a los encargados de los Ferrocarriles, para que ellos los movieran. De los más de 100 hombres que había ahí, nadie lo podía mover. El gobierno lo tiene restringido.

La guagua, el medio de transporte más conocido de los cubanos y que en México sería un autobús, fue el que me recogió tras caminar cuatro kilómetros. Ahí algo para mi inusual pasó, cuatro policías se subieron para hacer unarevisión de lo que transportaba, a los turistas no les dicen nada, pero a los cubanos les hicieron abrir sus maletas, en una de ellas, un hombre de aproximadamente 30 años les dijo que llevaba carne, pero las autoridades le hicieron bajar.

En Cuba se considera como tráfico de alimentos el llevar más de kilo y medio de carne, ya que está “regulada” por el Estado.

La carne de cerdo es la más popular en el país, junto a la de pollo y carnero, aunque la carne de res es diferente, se expende solo en tiendas estatales, a precios impagables. El comercio ilegal de carne de res es de los más perseguidos por las autoridades, ahí entendí la cara de aquel hombre que era escoltado por los policías de la comunidad de Contramaestre.

En los barrios, lo más común es la venta de cárnicos de cerdo ahumados, como tocineta y chuletas. Se conservan durante más tiempo y permiten una cocción más simple.

El 17 de diciembre de 2015, los presidentes Barack Obama y Raúl Castro hicieron el histórico anuncio de que ambos países restablecerían relaciones diplomáticas tras medio siglo, y el 22 de enero de 2015 se celebró en La Habana una primera ronda de conversaciones de alto nivel con tal fin. La segunda fue el 27 de febrero en Washington, y hace unos días se realizó la tercera.

Presagian que algo cambiará en la isla.

El cambio, por mi experiencia, es un poco necesario. Así, bajo el sol del trópico, pasaron los días y comprendí las condiciones del lugar en donde estaba. Cuba hacia el esperanzador fin del embargo.

Fuente: Excélsior

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