María Ruiz
El Cuerpo de Bomberos Metropolitanos de San Luis Potosí trabaja actualmente en un esquema de operación parcial, con estaciones que abren y cierran de manera alternada debido al déficit de personal y a la falta de recursos para sostenerlas de forma permanente.
El comandante Adolfo Benavente Duque reconoció que esta medida emergente se mantendrá mientras no se logre ampliar la plantilla y asegurar el presupuesto necesario.
“Hoy por hoy estamos operando con una rotación diaria. Cuatro estaciones abren, cuatro estaciones cierran y al día siguiente se invierte. Es la única manera de mantener el servicio sin rebasar al personal”, explicó.
El comandante detalló que el modelo surgió tras la modificación en la jornada laboral de los bomberos, que ahora trabajan 24 por 72 horas. Esto obligó a redistribuir los equipos y reorganizar turnos completos.
“No fue una decisión sencilla. Cuando los muchachos solicitaron la modificación de la jornada, sabíamos que teníamos que hacer una reingeniería interna. No tenemos suficientes elementos para cubrir ocho estaciones todos los días y en todos los turnos”, señaló.
Actualmente, el cuerpo metropolitano cuenta con 60 elementos operativos, cifra que Benavente Duque considera insuficiente para garantizar un funcionamiento pleno.
Para que las ocho estaciones puedan operar al menos al 50 o 60 por ciento, el mínimo indispensable según el comandante, se requieren al menos 16 elementos adicionales.
“Completar el 100 por ciento sería ideal, pero hablamos de una inversión que ronda los 56 millones de pesos. Estamos lejos de eso. Por eso pedimos llegar, aunque sea, al 50 o 60 por ciento. Con 16 elementos nuevos podríamos estabilizar la operación”, explicó.
El presupuesto estimado para 2026, con ese incremento de personal, es de 38 millones de pesos. Sin embargo, actualmente operan con 25 millones, por lo que el patronato debe conseguir alrededor de 13 millones adicionales para cubrir las necesidades mínimas del próximo año.
Ante estos retos, Benavente Duque reconoció que el sistema de rotación podría mantenerse durante varios meses, mientras no se amplíe la plantilla ni llegue el recurso necesario.
“Estamos trabajando con lo que tenemos. No es lo ideal, pero es responsable. Prefiero rotar estaciones que tener elementos agotados y ponerlos en riesgo”, afirmó.
El comandante insistió en que, pese a las limitaciones, el servicio a la ciudadanía está garantizado, aunque con tiempos de respuesta que pueden variar según la estación abierta más cercana.
“Lo importante es que seguimos atendiendo; la ciudadanía puede confiar en que vamos a llegar. Pero para mejorar necesitamos inversión; no hay otra fórmula”, concluyó.





