Por: Antonio González Vázquez.
Cada diputado (con todo y lo incapaces, improductivos, derrochadores y escandalosos que son) le cuestan a la sociedad un promedio de 10 millones 500 mil pesos anuales, lo que representa que un legislador potosino sale tres veces más caro que un poblano o un tamaulipeco.
El Instituto Mexicano de la Competitividad publicó hace unos días un estudio denominado Informe Legislativo 2016 en el que se hace una radiografía de las legislaturas de México, sus costos y productividad.
Hay mil 125 diputados locales pero en 1976 había solamente 369 en todo el país, lo que supone que en 40 años se triplicó el número de legisladores. Huelga decir que en San Luis Potosí hay 27 diputados. El promedio nacional es de 35 por legislatura.
Con un presupuesto de egresos por 283 millones de pesos, el Congreso de San Luis Potosí se coloca por debajo de la media nacional presupuestal que es de 401.8 millones de pesos.
En cuanto al gasto por diputado, los de San Luis Potosí representan un presupuesto de 10.5 millones de pesos por cada uno de los 27 legisladores lo que lo ubica en el lugar 19 de los Congresos más cargos por diputado.
Los diputados más caros son los de la ciudad de México cuyo costo anual es de 27.6 millones de pesos.
Respecto del Congreso del Estado visto como un contrapeso del ejecutivo, en el caso de San Luis Potosí eso no existe puesto que en el primer año de ejercicio legislativo de los diputados, le aprobaron el 60 por ciento de las iniciativas turnadas por el ejecutivo, el resto se encuentran pendientes, ninguna ha sido rechazada.
En promedio, el Congreso del Estado tiene 10 empleados por cada diputado lo que representa una burocracia ya onerosa.
El próximo 14 de septiembre la legislatura inicia su primer período se sesiones ordinarias del segundo año de ejercicio legislativo, aunque para el día 12 está programado un informe de actividades correspondiente al primer año de la LXI Legislatura.
