Antonio González Vázquez
La crisis financiera en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, como funesta consecuencia del incumplimiento en la entrega de aportaciones del gobierno estatal, está en curso de alcanzar una dimensión catastrófica.
A nadie conviene un escenario de conflicto abierto entre la universidad y el gobierno de José Ricardo Gallardo Cardona porque provocaría un problema de ingobernabilidad en la entidad.
El pasado viernes, al dirigirse a las y los integrantes del Consejo Directivo Universitario, el rector Alejandro Javier Zermeño Guerra compartió la gravísima situación que amenaza la estabilidad de la institución académica.
Lo expuesto por el rector ha sido un paso relevante en tanto que la postura en exceso prudente que había mostrado, le hacía ver débil, condescendiente y pusilánime. Desde hace unas semanas, esa actitud dio paso a la denuncia ante medios de comunicación e instancias relevantes como la Cámara de Diputados.
Ahora, la comunidad universitaria podrá enterarse a través de sus consejeros maestros, consejeros alumnos y directores de escuelas y facultades de la magnitud del impacto que sobre la institución recae por la reiterada omisión del encaprichado ejecutivo.
En esa nueva actitud que tiene en su centro la defensa de la institución ante las argucias del gobernador Gallardo, destaca la reunión del pasado 5 de agosto con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez a quien enteró del conflicto.
Lo planteado por el rector tuvo inmediata respuesta y la Secretaría de Educación Pública solicitó al gobierno potosino mediante un comunicado el pago inmediato de las aportaciones pendientes. Pese a ello, el mandatario potosino se desentendió y entregó incompleta la aportación de agosto, de manera que al cierre de éste el adeudo acumulado es de 183 millones 291 mil 772 pesos.
Tres semanas después de ese encuentro con la titular de la SEGOB, tras la sesión ordinaria del Consejo Directivo Universitario, con alarma, el rector les expuso a las y los consejeros que “el panorama rumbo a fin de año será muy complicado y se pondría el riesgo la estabilidad universitaria, al no poder pagar sueldos, aguinaldos y la aportación al fondo de jubilaciones, entre otras cosas”.
Y reiteró sobre el borrascoso horizonte que le espera a la UASLP: “y esto, por supuesto va a generar inestabilidad en la universidad, lo cual es perfectamente entendible; donde puede exigir el trabajador que siga trabajando si no le pago, y esto va a generar una inestabilidad en el Estado y eso fue lo que le dije a la secretaria de Gobernación”.
El escenario que prevé el rector es muy delicado: de sostenerse la inexplicable aportación incompleta de las ministraciones estatales y de no finiquitarse lo adeudado, es factible el estallido de un conflicto que vulnere la gobernabilidad del estado.
Miles de trabajadoras y trabajadores administrativos y académicos podrían tomar las calles y plazas públicas en exigencia del pago de sus remuneraciones y el cumplimiento de sus derechos laborales.
Pueden ir a la huelga como medida de presión a una institución sin los recursos necesarios para pagar remuneraciones y demás prestaciones.
En ese contexto, la comunidad estudiantil reaccionaría a su vez ante un panorama de parálisis académica y se podrían sumar al paro y a movilizaciones.
La administración estatal no entiende que no entiende: si no paga, San Luis Potosí entrará a un capítulo de ingobernabilidad.
Al respecto, Zermeño Guerra solicitó a los miembros del Consejo evitar presiones al ejecutivo: “no creo que tomar las calles o lastimar a la población sea la solución”.
Sin embargo, el rector debe saber y aceptar que no puede intervenir ni influir en las determinaciones que puedan tomar los sindicatos Administrativo y Académico, y tampoco de lo que decidan hacer las y los estudiantes.
El rector sostiene que el problema se puede resolver por la simple voluntad, es decir, la voluntad política del gobernador. Es demasiado tiempo en espera de esa voluntad, lleva cuatro años esperándola y nada que se hace presente en el ánimo del jefe de la Gallardía.
Ya dijo lo que tenía que decir respecto a lo que se espera para fin de año. Más importante para el rector debería ser lo que se avecina para 2026 y 2027. La liga ya no se puede estirar más y aún le restan dos años a la administración.
Peor aún, si la Gallardía refrenda la gubernatura en 2027, sería un hecho que se mantenga la misma forma de gobierno de Gallardo Cardona y con ello, el suplicio presupuestal se extendería otro sexenio más.
Urge actuar con mayor firmeza, no sólo por el presente sino por el triste futuro que le espera a la universidad.
Inimaginable panorama que, en efecto, puede ir de la crisis actual a una catástrofe inédita para una universidad pública en todo el país.
Ricardo Gallardo puede evitar que el conflicto escale al nivel de la inestabilidad del estado: en septiembre, debe entregar ministraciones por 74 millones 374 mil 647 pesos. Si los entrega junto al adeudo de 183 millones 291 mil 772 pesos, estará resolviendo el problema.
Recursos los debe haber, pues esas partidas forman parte del Presupuesto Estatal. Lo único que hace falta es voluntad.
De no hacerlo, el mandatario se estará metiendo en camisa de once varas por la evidente violación a un convenio tripartita UASLP-Federación-Estado, además de probables problemas legales relacionados con el destino final de los recursos no aportados.
Si el gobernador no tiene voluntad, entonces el gobierno federal debería intervenir con toda su fuerza y poderío legal y político. El gobierno de San Luis Potosí es aliado de la cuarta transformación y en el sentido de esa alianza, está en condiciones no sólo de pedir sino de exigirle a Gallardo que corrija el rumbo.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha afirmado en reiteradas ocasiones que “la educación no sólo es un derecho de todas y todos, sino que también forma parte de la transformación profunda que vive el país”.
Si un gobierno aliado como el del Partido Verde no coincide con eso y por el contrario agrede a la educación, el gobierno de Sheinbaum está obligado a intervenir porque la UASLP enfrenta a un gobernador tan insensible, provocador e irresponsable.
Mis apuntes
Soy un peón. Así se autodefinió Ricardo Gallardo Juárez. Sí un peón “de este proyecto”. “Puro trabajo y bueno, no falta por ahí que se haga el comentario de que si yo espero la gubernatura. No, yo soy un peón más de este proyecto lo que determinen las bases para dónde, ahí nos vamos y yo seguiré trabajando”. Entrevistado por Alejandra Sánchez Pérez, conductora del noticiero Edición 21 Rioverde, el diputado federal dijo sentirse muy orgulloso de su hijo, el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona, “es un muchacho muy trabajador y no es porque sea mi hijo, pero están a la vista las grandes obras que no hicieron otros gobernadores”. Antes, a pregunta de reporteros rioverdenses sobre su futuro político rumbo a las elecciones del 2027, Gallardo Juárez dijo que está dedicado a trabajar porque “soy un soldado de mi partido y pues bueno, yo iré donde me digan”.
Lunes luminoso. Hoy es un día que pasará a la historia: la Suprema Corte de Justicia de la Nación con las y los magistrados electos por la vía del voto popular, abre hoy sus puertas luego de que asuman formalmente el cargo en una ceremonia programada para las 22:00 horas. Se abre un nuevo capítulo para la justicia en México. El desafío es enorme. Otro evento relevante es el mensaje de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo con motivo de su primer informe de gobierno. Es a las once de la mañana en palacio nacional.
Oposición en picada. La empresa consultora Buendía y Márquez realizó una encuesta nacional en vivienda para conocer la intención del voto a las elecciones de diputaciones federales de 2027. Los resultados ubicaron a Morena con una delantera amplísima con 45 por ciento. El PAN está muy atrás con 11 por ciento y le siguen MC y PRI con 8 por ciento. PVEM y PT los aliados de la 4T, van en la cola con minúsculos 4 y 3 por ciento, respectivamente. La de agosto fue la tercera medición en ocho meses. En las dos anteriores, levantadas en febrero y mayo observaron resultados semejantes: Morena se consolida y la oposición no levanta. Se mantiene en el fondo. Las y los mexicanos, no votarían hoy por las supuestas fuerzas opositoras como el PAN y el PRI. Esas encuestas fueron encargadas y publicadas por el periódico El Universal.
¿Habrá sido de coperacha? Hace unos días, el alcalde capitalino Enrique Francisco Galindo Ceballos celebró su cumpleaños en una reunión con cientos de invitados. Es obvio que habría rentado o le habrían prestado el salón para el convivio. Igual obviedad cabe respecto de quien pagó la comida y las bebidas. ¿Habría sido por coperacha a funcionarios y trabajadores municipales, o quién pagó?
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.