Deadman Walking: Potosinos en la antesala de la muerte

 

Por: Antonio González Vázquez.

 

Hasta el mes de febrero pasado, 59 mexicanos esperan el día de su muerte tras haber sido sentenciados a la pena capital por autoridades norteamericanas. Diez mexicanos están condenados a muerte en Texas y esperan turno para llegar a “El Infierno” donde recibirán una inyección letal. En entre ellos, hay dos potosinos.

 

Juan Lizcano Ruiz de 39 años de edad fue sentenciado por el asesinato del oficial del Departamento de Policía de Dallas, Texas, Brian Jackson el 13 de noviembre de 2005, en ese entonces, Lizcano Ruiz tenía 28 años de edad. Nació y vivió de niño en Matehuala, su familia vivía de la lechugilla y a los 24 años de edad se trasladó a Monterrey Nuevo León.

De acuerdo con un reportaje del Dallas Observer, Juan Lizcano se había pasado varios fines de semana bebiendo y divirtiéndose en centros nocturnos. Ebrio y hambriento, fue a la casa de su ex novia, Marta Cruz y le reclamó su abandono y luego la amenazo con una pistola.

 

Ella misma dio aviso a la policía y cuando llegó el agente Brian Jackson lo atajó y le ordenó que entregara el arma, pero Juan Lizcano le disparó, para enseguida, voltear a ver a Marta Cruz a quien le advirtió: “la siguiente serás tú”.

Juan Lizcano se aprestaba a huir cuando fue detenido por la policía en el área Knox-Henderson en Dallas, Texas.

 

Desde que fue sentenciado a la pena de muerte, la defensa ha logrado prolongar la vida de Lizcano al presentarlo ante el jurado como “enfermo mental”, lo cual lo inhabilita para ser ejecutado. El Fiscal de Dallas mantiene su empeño en demostrar que Lizcano no presentaba enfermedad mental algunas al momento del crimen.

Juan Carlos Álvarez Banda, originario de Matehuala fue sentenciado a la pena capital por su participación en dos balaceras que provocaron la muerte de cuatro personas en Houston, Texas, en 1998. Fue conocido como “el hombre del rifle” porque utilizó en sus crímenes un rifle de asalto SKS.

 

En mayo de 2014, la agencia Notimex informó que la Corte de Apelaciones Criminales de Texas negó una petición para someter a Álvarez Banda a nuevo juicio por considerar que la defensa inicial fue deficiente.

Álvarez es acusado de haber participado en dos balaceras en Houston, Texas en 1998, de las cuales hubo un saldo de cuatro muertos.

 

Esta es parte del despacho informativo de Notimex:

“De acuerdo con las autoridades, el 6 de junio de 1998, Álvarez disparó desde un auto en movimiento un rifle de asalto SKS contra un grupo de personas en un complejo de apartamentos, creyendo que eran miembros de una banda rival. Álvarez es uno de los 10 reos mexicanos  sentenciados a la pena de muerte en Texas en espera de su fecha de ejecución Otros dos individuos que acompañaban a Álvarez en el automóvil también dispararon y aunque las pruebas de balística determinaron que el mexicano no disparó las balas que causaron las muertes, testimonios de testigos revelaron que ayudó a planear el tiroteo. Dos personas que eran hermanos murieron y otras seis más resultaron lesionadas en el incidente. Según la policía, días después, el 17 de junio de 1998, Álvarez disparó y mató a dos hombres en un complejo de apartamentos en el suroeste de Houston. Las víctimas recibieron disparos a quemarropa en la espalda y la cara. En este tiroteo, Álvarez usó presuntamente el mismo rifle de asalto SKS que había usado en la primera balacera”.

 

Actualmente, ambos continúan en espera de que les fijen fecha de ejecución y se desconoce si alguna autoridad potosina está enterada o en su caso, si se ha tenido contacto con sus familiares.

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