Texto y fotografías de María Ruiz
Hace un año, Ana, de 25 años de edad y originaria del municipio de Ahualulco del Sonido 13, acudió de manera anónima a la colectiva Marea Verde San Luis Potosí para solicitar apoyo y llevar a cabo un aborto en casa.
Esta decisión no fue fácil para ella y significó noches enteras de pensamientos repletos de culpabilidad hasta que entendió, desde su realidad y contexto, que maternar en medio de una relación repleta de desatención y violencia no era los más adecuado para ella.
Pese a que la condena moral y el estigma la persiguieron durante días en su cabeza, comenzó el proceso de interrupción del embarazo por medio de medicamentos, ¿su uso? Sublingual, colocó cuatro pastillas debajo de su lengua, un paso que tuvo que repetir en tres ocasiones, cada tres horas.
“Me sentí mal, me sentí sola y no por abortar, sino porque no había nadie quien me acompañara, más que a la distancia la chica de Marea Verde. Pasar este proceso es muy doloroso, por todo lo que rodea esta decisión. Cada aborto es una historia”, dijo Ana.
Este pequeño fragmento de la experiencia de Ana refleja las condiciones de vida que las mujeres enfrentan y que las desfavorecen en muchos aspectos, mujeres solas que enfrentan experiencias de culpabilidad y que incluso se condenan a sí mismas por decidir sobre sus propios cuerpos.
Un contexto social, político y legal sobre la práctica del aborto clandestino y su repercusión en la vida y salud de las mujeres por no acceder a ello que el día de ayer, 28 de septiembre, fue remarcado con énfasis por parte del Frente Marea Verde SLP en el marco del Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe.
Las integrantes de la colectiva expusieron las condiciones en las que las mujeres abortan en clandestinidad en San Luis Potosí y cómo este conjunto de situaciones intervienen en sus condiciones de vida, desarrollo personal y su capacidad para acceder a un procedimiento que debería ser despenalizado, accesible y gratuito en el estado.
“Las mujeres, colectivas, organizaciones sociales, académicas, defensoras de derechos humanos, activistas y periodistas, quienes conformamos el Frente Marea Verde S.L.P queremos visibilizar que el acceso al aborto seguro no es reconocido como una opción que garantice el derecho a la salud y a la vida de las mujeres, y tampoco como una posibilidad para facilitar su libre elección de la maternidad o el diseño de la vida reproductiva”, señalaron.
En este sentido, subrayaron a lo largo de un mitin y encuentro cultural que el aborto inducido de manera clandestina solo refleja la necesidad que hay para que las mujeres accedan a una práctica de aborto digna que no orille a las mujeres a maternar de manera obligada.
A lo largo de la historia, a las mujeres se les han otorgado roles de subordinación de cumplimiento de normas y valores sociales, que les han impedido tomar decisiones a través de la autonomía de sus cuerpos.
“Sabemos que el estigma orilla a las mujeres a asumir la maternidad, aún cuando no sea su elección, o las orilla a someterse a procedimientos ilegales y, en la mayoría de los casos, inseguros, ya que se realizan en espacios no certificados, con personal no capacitado, sin la tecnología adecuada y con mayores riesgos de afectar la salud reproductiva de las mujeres en el futuro”.
Recordaron que al menos desde que existe esta colectiva se han acompañado 300 abortos al año de mujeres diversas que enfrentan situaciones de violencia, precarización y vulnerabilidad que deciden interrumpir su embarazo.
Mujeres que se enfrentan a los señalamientos y descalificaciones cuando tomar una decisión así requiere voluntad, fortaleza y valentía, un proceso que el Frente señaló que las mujeres sobrellevan en medio de situaciones adversas que no solo ponen en peligro a las que abortan, sino también a quienes acompañan.
“Tan solo en lo que va de la actual administración estatal, en San Luis Potosí se han iniciado 24 carpetas de investigación por el delito de aborto, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública; es decir, en nuestro estado la criminalización alcanza no solo a las mujeres, sino al personal médico aliado e incluso a las mujeres que ejercen la partería tradicional”.
Este encuentro a favor de la despenalización del aborto contó con la presencia de cuatro organizaciones como Red de Médicas por el Derecho a Decidir, Organización Para Chicas, Lúminas A.C. y el Frente Marea Verde SLP.
Las integrantes que conforman estas asociaciones también hicieron un llamado a las autoridades estatales de los tres poderes y a la sociedad potosina en general, para que las y los integrantes de la LXI Legislatura revisen iniciativas para contribuir al acceso a un aborto legal y seguro.
“Necesitamos que se le ponga especial atención a la progresividad de los derechos humanos de las mujeres por encima de sus creencias religiosas y personales, porque hay que recordarles que vivimos en un estado laico”.
En este sentido, algunas de las presentes remarcaron que existen prejuicios religiosos que incluso hoy día, y pese al avance de la despenalización del aborto en el país, aún tienen ingerencia en mandatos sociales que condicionan a las mujeres a cumplir premisas religiosas, coaccionando sobre ellas y obligándolas a maternar pese a sus contextos.
“Se olvidan que hay mujeres que enfrentan marginación y segregación, y estas coacciones religiosas ponen en peligro la salud e integridad de las mujeres”.
Por último, durante este encuentro y “Pañuelazo” estatal, las integrantes del Frente remarcaron que su trabajo seguirá apostando por una despenalización social y cultural del aborto, en el que reconocen que a diario muchas mujeres abortan en San Luis Potosí bajo diferentes circunstancias.
“Sabemos que los tabúes y estereotipos del tema no hacen más que contribuir a construir una sociedad que estigmatiza a las mujeres por decidir, desde su autonomía corporal, si continuar con un embarazo o no, por eso hacemos un llamado en donde exista educación sexual para descubrir, anticonceptivos para disfrutar, aborto legal para decidir”.
