Después de cinco meses, en “cinco minutos”…Gallardo libra embargo

Por Eduardo Delgado

Ante la amenaza de embargo en las oficinas del Presidente Municipal, Ricardo Gallardo Juárez, derivado de una orden del Tribunal Estatal de lo Conciliación y Arbitraje (TECA), el Ayuntamiento capitalino emitió “en cinco minutos” un cheque para cubrir el pago de un laudo laboral dictado hace cinco meses a favor de una trabajadora despedida de manera injustificada durante la administración anterior.

Este jueves, quince minutos después de las diez de la mañana, la actuaria del TECA, Rossana Vargas Ibarra, se instaló en las oficinas de Sindicatura en la Unidad Administrativa Municipal, en presencia de la empleada Ma. Rita Serna Arriaga, su abogada María de Jesús Puente Saucedo y Elizabeth Hernández Trujillo, asesor jurídico en la sindicatura municipal.

En la audiencia la representante de sindicatura refirió un acuerdo de pago pactado con la trabajadora, convenio que dio por incumplido la representante legal de la trabajadora y enseguida solicito el traslado de la actuaria a las oficinas del alcalde para proceder al embargo.

Mujeres policías impidieron el acceso al interior del despacho a la actuaria, la trabajadora y su abogada. Ante esa circunstancia la representante del TECA requirió la presencia de elementos de la Fuerza Metropolitana Estatal.

Minutos después la litigante recibió una llamada del síndico, Miguel Ángel Contreras Carrizalez, quien le pidió pasar a otra oficina para esperar el cheque. La abogada se rehusó y permaneció a la puerta del despacho del Presidente.

Contreras Carrizalez -vía telefónica- la conminó a esperar cinco minutos para entregarle el cheque por la cantidad de 87 mil 286.30 pesos.

  • Yo ya voy a ejecutar licenciado y si no me dejan entrar ya viene la fuerza pública… vengase, aquí lo espero-, le dijo la litigante.
  • Deme cinco minutos-, le pidió el sindico.
  • Dese más prisa porque yo ya voy a romper chapas. Ya lo apoye mucho licenciado. Aquí nos vemos.

Al poco rato, nervioso Contreras Carrizalez se apersonó para reiterarle la invitación a la abogada a pasar a su oficina. La postulante se negó. La actuaria salió para hacer pasar a los elementos de la policía estatal.

  • Ahí viene ya la fuerza pública. No los dejan entrar-, comentó la asesora jurídica de la empleada al escuchar gritos a la entrada de la Unidad Administrativa.

Trascurrieron momentos tensos ante la presencia mayoritaria de elementos, tanto femeninos como masculinos, de la Policía Municipal a las puertas del despacho del alcalde. El síndico se retiraba y regresaba.

En una segunda llamada Contreras Carrizalez le rogó a Puente Saucedo:

  • No sea mala, apóyeme con eso lic.
  • Yo aquí estoy licenciado…
  • Nada más le pidió eso lic, apóyeme, apóyeme con eso. Yo sé que a otras personas a usted le vale, pero a mí no.
  • Por eso licenciado, yo lo he apoyado cinco meses…estuvimos esperando a que consignara el pago no lo hizo. Ahorita yo ya vengo a ejecutar.
  • Sí, por eso…
  • Por eso licenciado. Entonces que hagan rápido el cheque…
  • Apóyeme…
  • …y que lo pongan a disposición. Aquí estamos.
  • Apóyeme con eso lic…el cheque yo lo saco hoy.
  • Discúlpeme licenciado pero una diligencia de embargo, y usted lo sabe, no se suspende. Aquí están los medios de comunicación, derechos humanos…traiga el cheque. Entrégueselo a la actuaria y me voy.

Minutos después volvió personalmente el síndico.

  • Si gusta pasamos acá a Secretaría…ya nada más para entregárselos.
  • Tráigamelo aquí.
  • A ver déjeme…-, dijo Contreras Carrizalez y se retiró.

Regreso para insistirle a la abogada en su invitación a esperar el cheque en otra oficina.

  • No licenciado. Cinco meses nos vieron la cara. Usted, el Oficial Mayor, la señora sindico…
  • Bueno, si quiere…ahorita, ahorita…
  • Aquí lo espero. ¿Cuánto se tardan en hacer un cheque?

La litigante se cuestionó: ¿Qué me quieren decir allá afuera?

Pasados más de una media hora de espera del documento cobrable, la actuaria le dijo a la litigante que decidiera, ya con la presencia de policías estatales, forzar la chapa para ingresar al interior de las oficinas del presidente a embargar.

La sindico María Isabel González Tovar también se presentó para pedirle a la abogada aguardar el cheque en otra espacio de la Unidad Administrativa Municipal. Igual fracaso, pero permaneció en el lugar.

Poco después volvió Contreras Carrizalez con el cheque. Se lo pasó a la Elizabeth Hernández para que esta se lo entregará a la actuaria del TECA, quien a su vez lo pondrá a disposición del Secretario de Acuerdos de tribunal, Arturo Pérez Martínez, quien ejerce en función de Presidente de ese órgano colegiado, para que este lo entregue a la trabajadora.

Ello luego de que la presidencia quedó vacante, tras la conclusión del periodo de Rosa de Guadalupe Gamboa Cervantes y la indefinición del Congreso local para elegir a la o el sustituto.

Consignada la entrega del cheque la abogada, la afectada, la actuaria y la asesora de la sindicatura se retiraron de la oficina del alcalde.

En entrevista la asesora de la trabajadora explicó que su clienta fue despedida de manera injustificada de la delegación de Bocas en el año 2013 y por ende presentó una demanda en el TECA, solicitando su reinstalación y el pago de salarios que dejo de percibir.

“En el 2016 se dictó un laudo, sin embargo el Ayuntamiento no estuvo conforme con la resolución e interpuso un amparo directo. Durante la tramitación del amparo tuvimos un acercamiento con el síndico municipal…nos ofreció el pago para terminar el asunto y suscribimos dos convenios”, relató.

Acuerdos que “ellos no cumplieron, pues se comprometieron a pagarle en junio de este año pero no depositaron la cantidad. Nosotros continuamos el procedimiento de ejecución y tuvimos que llegar hasta las últimas consecuencias”, añadió en alusión al amago de embargo.

“En la diligencia celebrada hoy el Ayuntamiento se negó, como lo hizo en muchas otras ocasiones y como teníamos la autorización del tribunal para ejecutar en bienes del Ayuntamiento solicite embargar bienes para garantizar el pago del adeudo con la trabajadora”, precisó.

Por esa razón, señaló, “nos trasladamos a las oficinas de la Presidencia, donde nos impidieron el acceso hasta que hubo la necesidad de solicitar el auxilio de la fuerza pública y es hasta entonces que el Ayuntamiento, después de año aproximadamente, pagó una cantidad irrisoria”.

Su representada, Ma. Rita Serna, fue reinstalada en febrero de este año, “sin embargo no se le cubrió el pago de su salario”, enfatizó.

  • ¿No teme a represalias?…usted como abogada y la empleada-, se le cuestiono en entrevista.
  • Obviamente sí existe el temor de las represalias. Creo que la opinión pública es el mejor juez. Yo simple y sencillamente hago el trabajo para el que fui contratada.
  • ¿En el hipotético caso de una represalia a quien haría responsable?
  • Es muy subjetiva su pregunta. Yo no pudiera hacer ningún señalamiento.
  • ¿En caso de que (el cheque) fuera de hule?
  • Recibido el cheque, en caso de que no se pueda cobrar, nosotros tenemos la obligación de informar al Presidente (del TECA) y acudiríamos a las instancias correspondientes.

 

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