Pakistán (29 de marzo de 2016).- Las autoridades paquistaníes detuvieron a más de 5.000 sospechosos -liberando luego a la mayoría- en los dos días posteriores al ataque suicida perpetrado el Domingo de Resurrección en la ciudad oriental de Lahore, donde murieron al menos 70 personas, dijo un ministro provincial el martes.
Los investigadores mantienen en custodia a 216 sospechosos pendientes de nuevas pesquisas, afirmó Rana Sanaullah, un ministro estatal de la provincia de Punyab, perteneciente al partido gobernante del primer ministro, Nawaz Sharif.
“Según avancemos en la investigación sabremos más sobre ellos”, dijo. “Si alguien es hallado culpable será acusado”.
Los detalles de los arrestos masivos -dirigidos contra cualquier sospechoso de extremismo islamista- se conocieron al mismo tiempo que la facción talibán que se responsabiliza del ataque hizo pública una nueva amenaza el martes, apuntando a los medios esta vez.
“A todos les llegará su hora en esta guerra, sobre todo a los medios esclavos paquistaníes”, tuiteó Ehsanullah Ehsan, portavoz de Jamaat-ur-Ahrar, facción que hizo pública previamente su lealtad a Estado Islámico. “Sólo estamos esperando el momento apropiado”.
El atentado de Semana Santa es el más mortal que sufre Pakistán desde la masacre cometida por los talibanes en una escuela en 2014, en la que murieron 134 estudiantes. El ataque del domingo, en el que perecieron 29 niños, demostró que los militantes pueden seguir recurriendo a las matanzas pese a las operaciones militares en sus bastiones noroccidentales.
“Que Nawaz Sharif sepa que esta guerra ha llegado al umbral de su casa”, tuiteó Ehsan. “Los ganadores de esta guerra serán, Dios mediante, los rectos muyahidines”.
Sanaullah dijo que se realizaron al menos 160 redadas por parte de agentes policiales, antiterroristas y de inteligencia y confirmó que el Ejército y fuerzas paramilitares participarán en operaciones futuras.
Fuente: Radiofórmula.
