Por: Eduardo Delgado.
Diego fue rescatado sin signos vitales y no reaccionó a las maniobras de reanimación aplicadas de inmediato, confirmó Andrés Castro García, paramédico y representante legal de “Ambulancias Médicas 3”, cuyos servicios fueron contratados por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) “para estar al pendiente del campamento infantil”, dijo.
Además expuso que el parque acuático “Woow”, donde el extractor de agua de una alberca absorbió al niño de 12 años, “no contaba con personal capacitado para (atender) una situación de contingencia como la que se presentó”.
Ello quedó asentado en la declaración ministerial rendida por Castro García como parte de la averiguación previa AP/PGJE/SLP/IE/0421/2015, cuya finalidad es deslindar responsabilidades en torno al deceso de Diego González Ruiz, fallecido el pasado 17 de julio en el campamento infantil organizado por la UASLP.
Reportó que cuando el infante fue sacado de la piscina lo notó “totalmente flácido e inconsciente”, sin signos vitales y que durante unos “diez o doce minutos” le aplicó maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) e intubación endotraqueal, esta segunda aplicada en pacientes para abrir la vía respiratoria.
Como no reaccionó decidió trasladarlo al hospital más cercano a ese centro recreativo, localizado a unos 40 kilómetros de distancia de la capital, en la comunidad de Jesús María, del municipio de Villa de Reyes.
El representante legal de “Ambulancias Médicas 3” asentó que él fue contratado por la UASLP “para estar al pendiente del campamento infantil”.
Al arribar aquel día al balneario, aseveró, supervisó las instalaciones “para verificar los puntos de más riesgo y elegir un lugar estratégico, instalándose “cerca de la alberca donde desembocan los toboganes”.
Estimó que como a las 12:30 horas maestros “comenzaron a gritar que no podían sacarlo y que llevaran el oxígeno” y “sin saber de qué se trataba”, acudió a la piscina junto con su compañera Aracely Guadalupe Hernández Cruz.
