Diferenciar acciones de resultados: un ejemplo para gobernadores jactanciosos

Abelardo Medellín Pérez

Los ingentes despilfarros y excesos que el Gobierno de San Luis Potosí suele desplegar para la celebración de sus informes de gobierno, han eclipsado el verdadero problema que reside en estos ejercicios: las imprecisiones, falsedades y evidentes engaños que usa la administración para enaltecer sus obligaciones más simples.

La próxima semana, el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, celebrará su cuarto informe de gobierno con un ejercicio que ha insistido en llamar equivocadamente “informe de resultados”.

En las mentiras y engaños podríamos ahondar tendidamente en espacios más extensos que esta columna, sin embargo, en vísperas de este nuevo ejercicio de informe, vale la pena detenernos para hacer una advertencia por aquellas pifias que ya se dejan ver.

El primer gran problema es la jactancia inocente del nombre. Decirle “informe de resultados” a un ejercicio de propaganda y auto reverencia obscena, además de ser cínico, es un dolor insulto a la inteligencia de la ciudadanía.

Un informe de resultados debería dar a conocer y explicar a la población… ¡Justamente eso, resultados! Lamentablemente, es raro que el gobierno a cargo de Gallardo Cardona informe de resultados; lo común en su deficiente ejercicio de rendición de cuentas, es la difusión de sus acciones.

Entre unos y otras hay una diferencia. Una acción es cualquier actividad que el gobierno realice como parte de la atención directa o cumplimiento de una política pública; por otro lado, un resultado se logra al alcanzar los objetivos de dicha política pública con un palpable beneficio para la ciudadanía.

Bajo este entendidos, vamos a poner algunos ejemplos que sirvan para dimensionar la profundidad del engaño en el que incurre el gobierno al rendir sus “informes de resultados”. Partamos y tomemos como referencia algunos de los rubros que el propio gobierno ha comenzado a presumir con su contaminante y horrenda estrategia de colgar pendones en los puentes de la capital.

Construir una Arena de espectáculos no es un resultado, es una acción. A menos que la política pública prioritaria del gobierno sea la edificación de recintos y el despilfarro de dinero, construir la Arena Potosí no es un resultado. Un resultado podría ser el aumento en la cantidad de jóvenes y ciudadanos que tuvieron acceso a eventos culturales gracias a este recinto o el ingreso de recursos económicos a través de los eventos y la aplicación de los mismos en políticas de ese rubro. Lamentablemente, pensando que tal Arena se construyó con la única finalidad de celebrar un torneo charro, mismo que se tuvo que llenar con el acarreo de estudiantes, queda claro que resultados presumibles no hay.

Construir carreteras no es un resultado en materia de movilidad, es una acción de infraestructura. El gobernador afirma en su spot sobre el tema que en el pasado era muy difícil moverse en San Luis Potosí, pero ahora que ha construido un par de carreteras en el Estado, el problema se ha resuelto. Eso no representa ningún resultado medible y lo que es peor, no atiende el problema de movilidad, porque aunque el gobernador tenga su segunda casa en una camioneta con chofer, la mayoría de los potosinos que se trasladan de un lugar a otro requieren otros tipos de obras de infraestructura para trasladarse como peatones, usuarios del transporte público o ciclistas.

Destinar miles de millones de pesos a programas sociales no es un resultado, es una acción, y además una muy cuestionable. Los programas sociales por sí solos no pueden verse como un resultado de gobierno, porque el entendido es que dichos apoyos atiende una problemática y buscan resolver al menos uno de los diversos factores que la provocan. Entregar una “beca” a grupos que viven en vulnerabilidad seguro que representa una indispensable ayuda para dichas familias, pero el resultado gira en torno a si dichos ciudadanos vieron mejoras en sus ingresos, se nutren mejor, reciben mejor atención medica o padecen menos carencias.

Además, ¿cómo podría el gobierno presumir sus programas sociales, si la experiencia de la mayoría de los ciudadanos con estos apoyos es que las estructuras oficialistas suelen condicionar las ayudas? Hay más becas que antes, pero solo si asistes al evento del gobernador. Se invirtieron 60 mil millones de pesos en becas durante cuatro años, pero solo te toca algo de ese dinero si te afilias al Partido Verde. Atienden tus necesidades solo si sirves como carne de cañón para los interés de Ricardo Gallardo.

Invertir en seguridad no es un resultado, es una obligación y una acción del Estado. Un resultado en materia de seguridad debe partir de los indicadores que arrojen las cifras de diversos delitos. Recientemente, el gobierno se ha vuelto muy optimista al presumir mes a mes la reducción del delito de homicidio doloso, sin embargo, este indicador es especialmente engañoso porque se utiliza de forma aislada e ignora la cambiante dinámica de las organización criminales en el estado.

¿Al gobierno no se le hace raro que haya bajado el homicidio doloso, pero todas las cifras de desaparecidos muestren una tendencia al alza?, ¿por qué no atienden o revisan a fondo las cifras de extorsión? Presumir un indicador de forma aislada e ignorar el resto de los fenómenos que afectan la población del estado no solo es una estrategia propagandística, es una declaración de principios. Les interesa aquello que puedan presumir, y si no se puede presumir, no les interesa.

Por supuesto que hay información que respalda los resultados de gobierno, el problema es que durante los últimos tres informes esta ha sido relegada a un segundo plano y rara vez es dada a conocer a los ciudadanos. Pareciera como si el gobierno eligiera selectivamente ejemplos vistosos y estrafalarios, suponiendo que los ciudadanos no tienen la capacidad de entender a su gobierno, ni el derecho de conocer la realidad del estado del que forman parte.

No queda más que esperar a que el gobierno cambie el rumbo y sea capaz de informar efectivamente los resultados (como los promete) y se abstenga de difundir propaganda de sus acciones (como es su costumbre).

A los Potosinos nos toca apreciar este nuevo informe por lo que es y no dejarnos confundir por la demagogia Gallardista; no importa qué tanto aparezca en medios, que tan grande sea el evento, que tantos pendones cuelguen por las ciudades… Los resultados deben hablar por sí solos y ser informados; todo lo demás es un accesorio del egocentrismo político.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.