Leticia Vaca
La Iglesia católica también se ha visto afectada económicamente por la pandemia del COVID-19, y “es un impacto grande porque estamos recibiendo el 10 por ciento de lo que solemos recibir”, lamentó el vocero del arzobispado potosino, Juan Jesús Priego Rivera.
“Además que no solamente se junta la situación de la pandemia que la gente no va a las iglesias, también se junta la incertidumbre económica porque se habla de una caída de la economía en México; eso hace que las personas teman mucho de su economía, por sus finanzas personales, en ese sentido la Iglesia también lo reciente”, reiteró.
En ese contexto, refirió que hay iglesias que están cerradas porque el sacerdote a cargo es considerado población de riesgo por su edad, “ahí no hay entrada y el arzobispado es el que está tratando de ayudar a los sacerdotes que están en comunidades especialmente azotadas por la pandemia”.
Aclaró, además, que en las iglesias católicas no se han dado despidos, pese a las “penurias”, ya que algunas parroquias cuentan con fondos para cubrir los gastos: “se nos pide que siempre tengamos un fondito para catástrofes, para momentos difíciles, eso es de lo que estamos ahorita viviendo, además la arquidiócesis en aquellas comunidades que por alguna razón no tenían ese fondo, está llevando despensa, está sufragando el sueldo de los sacerdotes, al menos para su gasolina y para sus cosas que hagan menester”, finalizó.
