Desiree Madrid
La Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) identificó que alrededor del 10 por ciento de los bares y restaurantes en San Luis Potosí presentan irregularidades que los colocan como “focos rojos” en materia de seguridad y cumplimiento normativo.
De acuerdo con el titular de la dependencia, Mauricio Ordaz Flores, el diagnóstico se realizó tras una serie de operativos de supervisión en más de tres mil establecimientos del sector nocturno.
Ordaz explicó que las inspecciones se realizan de manera permanente y con la participación de la Guardia Civil Estatal, la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) y la Dirección de Gobernación, con el fin de prevenir incidentes que puedan derivar en hechos delictivos o de riesgo para la población.
“El objetivo es mantener el orden y garantizar que los establecimientos cumplan con las normas de seguridad y funcionamiento. Ya tenemos ubicados los negocios que representan un mayor riesgo”, señaló el funcionario.
Entre las principales faltas detectadas, mencionó la presencia de menores de edad en lugares donde está prohibido su acceso, permisos de funcionamiento desactualizados y licencias que no corresponden al giro real del negocio.
“Algunos están registrados como restaurant-bar pero no venden alimentos, lo cual no está permitido”, explicó.
El coordinador estatal recordó que la Ley de Protección Civil prevé distintos tipos de sanciones, desde amonestaciones y multas económicas hasta la clausura de los establecimientos.
No obstante, puntualizó que la emisión de licencias de funcionamiento es competencia de los ayuntamientos, mientras que el Estado interviene en la verificación de medidas de seguridad y la venta de bebidas alcohólicas de alta graduación.
Ordaz Flores subrayó que los propietarios deben contar con su programa interno de protección civil, señalización, rutas de evacuación y capacitaciones para el personal, además de tramitar la opinión técnica y el visto bueno de la dependencia antes de operar.
“No se trata de cerrar negocios, sino de garantizar espacios seguros para trabajadores y clientes”, finalizó.