El Aquelarre: El traje nuevo del emperador…

Arely Torres-Miranda

El viernes nos levantamos con la novedad que de acuerdo a un reciente estudio realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), San Luis Potosí es “la segunda mejor ciudad para vivir de todo México” de acuerdo a un listado de “beneficios y buenas condiciones que prevalecen en la zona metropolitana de la capital, mismas que se han mejorado de manera sustancial la calidad de vida de sus habitantes, además de que han establecido una dinámica de crecimiento y desarrollo para toda la entidad” y lo único que se me ocurre pensar, es en qué cara dura hay que tener para salir a presumir tal aseveración, hecha seguramente desde una perspectiva unilateral, cero transversal y sin ninguna interseccionalidad.

No puedo y no sé hablar desde otro punto que no sea lo que he vivido y me consta, así que discúlpeme de antemano por comenzar a contarle que desde que era yo adolescente, mi madre me decía la frase “parece que naciste en coche” por mi poca habilidad para usar el transporte público y menos, tener como primera opción ir caminando a cualquier lado al que yo quisiera desplazarme. Pero cosas pasan y durante la pandemia, adopté a una cachorrita que resultó ser un poco más grande de lo planeado, implicando que su nivel de energía es casi inagotable, así que, comenzamos a caminar por toda la ciudad. Me parece increíble que hay calles por las que nunca había caminado y edificios, casas, jardines por las que pasé mil veces y nunca me había detenido a observar su belleza.

Pero también, estos meses caminando me he dado cuenta más que nunca, de las pésimas condiciones que existen en nuestra ciudad capital. Es técnicamente imposible para cualquier persona que use una silla de ruedas o que se traslade empujando alguna carriola que no termine sufriendo los resultados de la planeación (si se le puede llamar así) de una ciudad donde técnicamente no se respetan los lineamientos mínimos indispensables para ser un lugar accesible. Eso sin mencionar que las personas con sus automóviles no respetan las esquinas de las banquetas utilizándolas como estacionamientos, las banquetas también que son invadidas por espacios de estacionamiento y bueno, obviamente, aquellas que están en pésimas condiciones y que seguramente terminarás con una lesión en el tobillo o cayendo al suelo con el riesgo de resultar con lesiones aún más graves.

También, de por sí sabemos que la gente tiene cero educación vial, no respeta al peatón y vamos, hacen berrinches interminables con la construcción de ciclovías, pues por donde usted apreciable lector, querida lectora, camine, encontrará que más allá de Carranza y algunas otras vías, no hay señalamientos claramente establecidos. Es decir, no existen pasos peatonales visibles y claros, los espacios de estacionamiento y rampas para personas con discapacidad son muchas veces una mala broma, porque ya sabe, están junto a un poste o en espacios donde ni de broma cumplen con las dimensiones establecidas.

Un hecho curiosísimo, por no decir otra palabra, es que en nuestro querido San Luis la frase “vuelta a la derecha con precaución” implica casi un cheque en blanco para que no se respete a quienes vienen cruzando la calle y si lo señalas, el conductor o conductora se enojan. Caso especial merece mencionar lo grave que es la situación a la entrada o salida de cualquier escuela o colegio, se forman segundas y terceras filas interminables y ¡cuidado se lo señales a padres y madres o a las autoridades de las escuelas! De algo estoy segura, usted no encontrará NI UN SOLO ELEMENTO de auxilio vial cuando necesite reportar que alguien se metió en contra, invadió su cochera, se estacionó en doble fila, se aventó una vuelta en “U” en lugar prohibido y cualquier falta al reglamento que quiera señalar. ¿Ya desapareció la dirección de tránsito y/o vialidad o es que nada más se quedan estacionadas sin intervenir como sucede en el jardín de Tequis?

Y bueno, ya que terminé hablando de este lugar, les cuento que he vivido mis 46 años habitando el hermoso barrio de Tequis, el cual se ha convertido en un lugar peligroso, sucio e inhabitable. El jardín ha sido invadido por gente que, a plena luz del día, se mezclan con las juventudes que hacen deporte, y se dedican a beber alcohol, algunas vecinas y vecinos lo han estado reportando en las juntas vecinales sin que hasta el momento se haya dado solución al problema.

En esta semana, un vendedor de “raspas” quien pone unas cajas naranjas para “apartar lugar” agredió a una familiar mía al ella pedirle por tercera vez en menos de un mes, que moviera sus cajas porque estaba invadiendo la vía pública. Se hizo el reporte correspondiente y sí, el tema fue echarse la pelotita de que no corresponde a comercio, si no que corresponde a tránsito y bueno, tránsito dijo que no tienen manera de intervenir. Total, San Luis se ha convertido en tierra de nadie porque el tipo sigue ahí, agresivo y poniendo sus cajas invadiendo la calle. ¿No que mucho operativo “barredora” que quitaban cubetas, piedras, cajas y todo aquello con lo que la gente “apartara” lugares? Creo que como bien dijo el vendedor de raspas “a esos les das 10 pesos y no me hacen nada”.

Es bien sabido que, bajo la mirada impune y complaciente de todas las coordinaciones y direcciones de gobierno municipal, se cometen asaltos a mano armada, robo de vehículo, invasiones de edificios y esto es algo que no se puede ocultar por más premios, encuestas o estudios (reales o no, comprados o no) se publiquen en las redes oficiales y los medios de comunicación. Estamos hablando de la vida de cada una de las personas que habitamos, caminamos, trabajamos y vivimos con miedo en San Luis Potosí capital. Hace unas semanas, quedó exhibida una vez más la indolencia e hipocresía municipal quien frente al asesinato de Sua Joscan Marín ha gastado más tinta en repartir culpas y lavarse las manos, que en cumplir con su obligación de proteger y garantizar la seguridad de todas las personas de nuestra capital.

Desde hace unos años, en otra administración, se firmó un convenio con ONU-Habitat que implicaba una serie de compromisos para dar cumplimiento al Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, promoviendo ciudades y pueblos social y ecológicamente sostenibles. Seguramente darle seguimiento a este convenio debería ser más importante que reunirse con el señor promovente de una agenda discriminatoria y misógina como Eduardo Verástegui, pero el presidente municipal, tiene muy perdidas sus prioridades.

No voté por él, pero confiaba en la experiencia de Galindo dentro de la función pública, pero sin duda, caminar San Luis Potosí capital con un salario de funcionario de primer nivel, rodeado de guaruras, sabiéndose protegido y aplaudido por gente que en vez de asesorarle de la realidad, te llena de halagos falsos, te da la capacidad de creer y sentirte suficientemente orgulloso como para presumir que un grupo de señores iguales a ti, te vendió la mentira de que gobiernas “la segunda mejor ciudad para vivir de todo México”. Cada quien se come los cuentos con lo que puede lidiar y cierra los ojos a la realidad que le rebasa… igualito que aquel cuento de Hans Christian Andersen…

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es abogada, comunicóloga y activista por los Derechos Humanos y género. Es fundadora y coordinadora del Observatorio de Violencia Feminicida en SLP. Fue consejera social del Instituto Nacional de las Mujeres (2012-2018). Tiene estudios en política pública con perspectiva de género por FLACSO y CEPAL. Es asesora y capacitadora en Derechos Humanos, feminismo y género. También ha sido asesora y promovente de iniciativas y reformas de ley coadyuvando a la armonización legislativa con perspectiva de género, feminismo y derechos humanos.

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