El basurero de Cocula, en operación y sin resguardo

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Ciudad de México (06 de noviembre de 2015).- A poco más de un año de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y a la espera del tercer peritaje de la PGR y de los expertos independientes, el basurero de Cocula sigue operando sin la presencia de alguna autoridad que los resguarde; cualquier rastro de un incendio ya no existe, por lo menos a simple vista.

La diferencia de cuando padres de familia acudieron al tiradero los primeros días de noviembre a la fecha es notable: la cantidad de basura es mucho mayor, las señales de una quema que se percibían entonces, ahora están enterradas por el pasto y los desechos cubren la totalidad del piso.

Los uniformes de los peritos y las cintas amarillas de la PGR que restringieron en algún momento el acceso a la zona se mezclaron con la basura que vecinos siguen depositando en este tiradero de Cocula, que se convirtió en el punto de discordia entre la “verdad histórica” del gobierno federal y la “independiente” de los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El lugar, uno de los principales puntos en los que se ha basado la versión oficial de este caso, sigue sin resguardo de alguna autoridad municipal, estatal o federal, y aunque el camino es complicado, cualquier persona que lo quiera puede llegar a donde supuestamente los 43 normalistas fueron incinerados.

El camino de terracería empieza a unos cinco minutos del centro de Cocula, donde el trayecto de curvas y tramos irregulares es el único que se puede transitar, y a los costados de las plantaciones, en su mayoría secas, acompañan la ruta; luego de unos 10 minutos de recorrido en vehículo, se llega al acceso principal del basurero: se trata de una reja oxidada que se puede mover con suma facilidad y pide con un cartel “serrar la tranca” (sic).

Después de cruzarla, comienza otro trayecto de unos 4 kilómetros hasta el tiradero municipal; la zona es solitaria y la única compañía es el ganado arreado por una persona que le parece indiferente que alguien circule por ese sitio.

Aunque la actual presidencia municipal de Cocula asegura que el basurero está en desuso y que se habilitó otro para tirar los desechos de la población, lo cierto es que el cambio no es muy notorio en cuanto al funcionamiento del lugar. Los botes, botellas de vidrio y demás desperdicio revelan que 13 meses después de este caso, tal vez en unos puntos clave donde transcurrieron lo hechos narrados por la autoridad gubernamental, se sigue tirando basura.

En otra circunstancia, que un tiradero esté lleno, hablaría de su funcionalidad; sin embargo, en este basurero se llevará a cabo un tercer peritaje para reafirmar si ahí se quemaron los cuerpos de 43 personas que, a decir de las pesquisas oficiales, fueron confundidos por miembros del crimen organizado con integrantes de una banda delincuencial antagónica.

La pendiente para llegar hasta la parte más baja sigue siendo muy inclinada, y al bajar se puede constatar que ya no se ven marcas de incendio, como en algún momento se exhibieron; en este tiradero, una vez los padres de los desaparecidos rechazaron su viabilidad como escena del crimen.

Continúan regados algunos huesos de animal y no faltan casquillos, así como demás basura que cubrió como nieve este lugar, el mismo que visitó el perito peruano José Torero, quien no sólo refutó la versión oficial de la Procuraduría General de la República, a cargo entonces de Jesús Murillo Karam, sino que rechazó que los normalistas de Ayotzinapa hayan sido incinerados ahí.

Falta que se acuerde el grupo colegiado que llevará a cabo este tercer peritaje, el cual encontrará el tiradero de Cocula con más basura, sin resguardo de seguridad y con la “verdad histórica” a cuestas.

Justo esta mañana, el grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dará una conferencia de prensa para dar a conocer cómo operará durante su segundo mandato y cómo concretará el tercer peritaje.

En este lugar, ya entrada la tarde y a kilómetros más cerca del centro que del basurero, se percibe la primera patrulla de la policía estatal en todo el día; metros adelante, ya en las inmediaciones del zócalo, unidades de la Federal también realizan su ronda.

Fuente: Milenio.

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