El colmo: Aguas del Poniente se burla cínicamente de los potosinos

Por Victoriano Martínez

El aspecto más preocupante de la crisis hídrica que vive la ciudad es que las autoridades que deberían coordinarse para resolverlo prefieren anteponer sus intereses para llevar agua a su molino politiquero y provocan un río revuelto que le permite a Aguas del Poniente Potosino alardear que lo que menos falta en su molino es el agua.

Cuando como alcalde, Jorge Lozano Armengol oficiosamente gestionó y se aferró a otorgar la concesión a Aguas del Poniente, incluso a espaldas del pueblo al llevar la sesión de Cabildo del 23 de diciembre de 2008 a realizarla en privado ante las protestas, marcó lo abusiva que podría resultar la empresa en perjuicio del servicio para el resto de los habitantes de la ciudad.

Un abuso a tal extremo que, a 128 días de que concluya el plazo de la concesión, la empresa tiene el descaro de hacer ostentación ante sus clientes de que “la crisis de agua que actualmente padece nuestra ciudad no afectará a usuarios de Aguas del Poniente Potosino”, cuando su operación sin cumplir las obligaciones del acuerdo de Cabildo contribuyó a agravar los problemas de abasto.

No es la primera vez que la empresa hace ostentación de su condición de sector privilegiado indebidamente por la autoridad municipal. Ya antes había retado a consultar a sus usuarios “si quieren que se retire la concesión”.

Desde el dictamen que aprobó la concesión en 2008 se fijó el mecanismo para determinar el monto de la contraprestación y se estableció que por ley la falta de ese pago es causal de revocación. Catorce años y ocho meses después, Aguas del Poniente no ha realizado uno solo de esos pagos.

Después de Lozano Armengol, van cinco alcaldes (Victoria Labastida, Mario García, Ricardo Gallardo Juárez, Xavier Nava y Enrique Galindo) que no sólo no se han atrevido a cobrar la contraprestación, sino que tampoco han sido capaces de hacer efectiva la causal de revocación mencionada en el punto VIII del capítulo respectivo del Acuerdo del Cabildo (página 18).

Si Aguas del Poniente puede alardear ante sus usuarios que no los afectará la crisis del agua como a las zonas más vulnerables de la ciudad, necesariamente también les debe informar que la forma en que –como empresa abusiva– ha contribuido a que en esas colonias los efectos de la escasez del líquido sean más severos.

Los usuarios de Aguas del Poniente deben saber que parte de lo que pagan por el servicio a su proveedor debió ser entregado al Ayuntamiento como contraprestación, conforme a una fórmula establecida desde el acuerdo de concesión (página 15), pero nunca lo han entregado.

“Dicha contraprestación será destinada a inversión de obra pública relacionada a los servicios públicos de agua potable, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales, en sectores de la ciudad más desfavorecidos con estos servicios”, señala el acuerdo del Cabildo que rige la concesión de Aguas del Poniente.

¿Cuántos millones de pesos ha escamoteado Aguas del Poniente durante 14 años ocho meses a las zonas hoy más afectadas por la crisis hídrica? Un estudio de la UASLP en 2011 estimó un impacto económico a las finanzas del Interapas por 295 millones 909 mil 342.64 pesos. Mucho más de lo que se ha invertido en las últimas semanas en el Plan Emergente del Ayuntamiento.

Un incumplimiento al acuerdo de concesión que coloca a Aguas del Poniente como una empresa socialmente irresponsable, pero que también convierte en dignos del reproche ciudadano a los cinco alcaldes (Victoria Labastida, Mario García, Ricardo Gallardo Juárez, Xavier Nava y Enrique Galindo) que declinaron proteger el interés de la población y prefirieron encubrir a la concesionaria.

La combinación entre la actitud de la empresa y la irresponsabilidad de los alcaldes, hoy que gran parte de los habitantes de la ciudad tienen que padecer escasez de agua, es inequívoco que ha resultado criminal.

¿Será posible estimar el grado de contribución a la crisis en el abastecimiento de agua de la irresponsabilidad de Aguas del Poniente, de la presa San José vacía y de la suspensión de la llegada de agua de El Realito?

La contraprestación que debió pagar Aguas del Poniente representaba una contribución a medidas preventivas y de mantenimiento de la red (hoy realizadas con menos recursos y de manera emergente) y, como tales, pudieron ser un importante atenuante de la crisis.

La parte de responsabilidad que tiene Aguas del Poniente Potosino en el desabasto de agua que hoy padecen los habitantes de la ciudad que no tienen el privilegio de estar bajo su abusivo servicio, vuelve un acto de cinismo burlón contra toda la población el desplante de alardear que sus usuarios no padecerán escasez como la que ellos han contribuido a provocar en el resto de la ciudad.

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