El Conde de Saint Germain, ¿El primer inmortal?

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Por años, la inmortalidad es algo que ha sido recurrente en cine y literatura. Los mitos parecen alejarse mucho de la realidad y se atribuyen a la tradición vampírica: criaturas condenadas a vivir en el océano de la eternidad, errantes del tiempo y de la historia, capaces de contemplar cada acontecimiento sin que su apariencia cambie. Pero hasta el momento no existe prueba de que alguien haya alcanzado tal naturaleza.

Lo que nunca falta es el rumor, y en el reportaje del día de hoy te hablaremos del Conde de Saint Germain, quien se ha vuelto por años una leyenda… Un hombre que de acuerdo con varios datos históricos, lleva viviendo entre nosotros casi tres siglos. ¿Sorprendido? Te invitamos a que sigas leyendo.

El Conde de Saint Germain nació en 1696 en los Cárpato, y era hijo del último rey de Transilvania, Francisco Rákóczi; su educación fue tan exquisita como singular: elegante, políglota y amante de todas las artes y las ciencias, se dice que fue iniciado desde muy joven en la Soberana Orden de los Caballeros de Malta, donde estudió los arcanos de la alquimia.

Quizá a partir de esto último inicia la “veracidad” de su inmortalidad…

Bueno, pues su vasto conocimiento no tenía límites. Era un sabio de todas las disciplinas de su época: medicina, arte, poesía, química, música.

También fue un viajero incansable desde muy temprana edad, pues desde niño se le introdujo en el Movimiento Franco-Masón y tras pasar largas temporadas en la India y en Persia junto al Shah, apareció en la corte francesa como fabricante y diseñador de joyas. A partir de aquí, comienza a construirse su leyenda…

Se cuenta que durante una cena con Madame Pompadour, una anciana condesa creyó reconocerlo, aunque no podía acabar de entender lo que ocurría, ya que ella lo conoció en la Venecia de 1710. El conde se acercó a la mujer para decirle con sencilla naturalidad: “En efecto señora, yo la conocí a usted en aquellos días cuando aún era joven y hermosa. Yo soy muy viejo, debo tener más de 100 años…”

Su presencia política se encuentra en muchos documentos históricos: fue diplomático en 1740 en la corte del rey de Francia; en 1762 fue cómplice de una conspiración para lograr poner a Catalina la Grande en el trono.

En 1774, advirtió a Luis XVI y María Antonieta de que una revolución estaba por llegar a Francia… Y en 1820 la condesa d’Adhemar habló con él sobre lo sucedido, lamentando la muerte de ambos.

La sombra de este hombre fue un constante hilo conductor en una Europa que empezaba a despertar al mundo en su modernidad, un personaje que pareció habitar tras cada telón y en cada decisivo acontecimiento.

Aquí te dejamos más datos de su trayectoria:

  • En 1734 muere su padre, el rey de Transilvania Francisco Rákóczi en Turquia, en el exilio. Mientras estaba en el lecho viendo fallecer a su padre se cuenta que junto a él estaba ya un Caballero de la Rosacruz.
  • En 1758 es introducido en la Corte Francesa debido a unas distinguidas recomendaciones donde se asegura que sus dones y sabiduría pueden hacer mucho bien al rey de Francia y a todos sus vástagos.
  • Durante todo el tiempo que permaneció en la corte no envejeció lo más mínimo. Su porte atlético y elegante fue motivo de inquietud para muchas personas, ya que se decía que no comía. Lo único que bebía era un extraño líquido preparado por él mismo, el cual podía seguramente permitirle desafiar al propio tiempo y a las leyes de la naturaleza.
  • En 1779 aparece en Hamburgo como fiel amigo del príncipe Carlos I Hesse-Kassel. Después pasa unos años viviendo en el castillo de otro príncipe, Eckernförde, donde escribió un manuscrito titulado “Tres Sainte Trinosophie”, considerado como un clásico de la literatura ocultista.
  • En 1785 vive junto a Franz Anton Mesmer, a quién, según muchos, el Conde inició en el hipnotismo y el magnetismo personal.
  • En el mismo año, según los archivos de la masonería, el nombre de Saint Germain aparece como su representante para una convención.
  • En 1821, según algunos documentos, se ve obligado a cambiar su nombre por el de Major Fraser, empezando a colaborar con el movimiento de la Teosofía y trabajando junto a Madame Blavatsky.
  • En 1897, la cantante francesa Emma Calvé dedicó un retrato suyo a su amigo el “Conde de Saint Germain”.
  • Se dice que su última aparición fue en 1972, cuando un hombre llamado Richard Chanfray apareció en televisión después que la rumorología dijera de él que era el Conde de Saint Germain. Para demostrarlo, convirtió el oro en plomo con una simple estufa de acampar ante todas las cámaras del país. Más tarde, en 1983, este hombre acabó suicidándose.

¿Realidad o mito?

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