Por Oswaldo Ríos Medrano
Esta semana cambió todo el escenario electoral que venía prefigurándose para el proceso electoral del 2018. La constitución, contra todo pronóstico, de un Frente electoral entre el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano modificó la correlación de fuerzas preexistente y reconfiguró las expectativas, las alianzas, las implicaciones y, sobre todo, las estrategias de los suspirantes presidenciales de todos los partidos.
El Frente Ciudadano por México fue registrado ante el Instituto Nacional Electoral (INE) el martes 5 de septiembre y al día siguiente, el diario El Economista publicó la primera encuesta en la que se le incluyó formalmente. Los resultados debieron calar hondo en MORENA y Los Pinos. De inicio, el Frente desplazó (por primera vez en muchos meses) al segundo lugar a Andrés Manuel López Obrador y a un distante tercer sitio al partido del gobierno: 21.2% de preferencias para el Frente Ciudadano; 16.4% para la alianza de MORENA y el PT; 14.8% para la alianza PRI, PVEM, PANAL y Encuentro Social; y 4% para algún candidato independiente.
De esta nueva composición del escenario electoral se pueden hacer varias interesantes lecturas.
La primera, es que para 2018 muy probablemente solo tengamos tres candidaturas competitivas, y con el paso del tiempo, presenciemos el desplome de la opción que quede en tercer lugar de las encuestas y todo se concentre en una elección entre dos punteros, tal como ha ocurrido en las elecciones presidenciales del 2000, 2006 y 2012. Lo más factible, es que debido a la profunda crisis de repudio social que vive el gobierno de Peña Nieto, sea el PRI el que termine en tercer lugar de las elecciones y que todo se concentre en si la voluntad popular se decantará hacia MORENA o el Frente Ciudadano.
La segunda, es la habilitación formal de Ricardo Anaya como aspirante presidencial rumbo al 2018. Esquivo en admitirlo públicamente, la viabilidad de su proyecto se construyó sobre la base de una operación política certera. En solo una semana, el joven presidente panista se convirtió en uno de los principales líderes opositores a Peña Nieto al coordinar a sus diputados federales y senadores en un acto de resistencia legislativa para obligar al gobierno federal a rectificar su obsesión de imponer como fiscal, al actual procurador Raúl Cervantes y con ello garantizar la impunidad transexenal del presidente; se deshizo políticamente de un grupo de senadores panistas adictos al gobierno y que con su propia ambición quedaron exhibidos como aliados del PRI; construyó las bases de una relación intensa con las organizaciones de la sociedad civil a las que respaldó y fortaleció en su exigencia de decir no al #FiscalCarnal y sí a una #FiscalíaQueSirva; y fue capaz de mantener su historial de presidente nacional del PAN con los mejores resultados y construir la coalición de fuerzas políticas más competitiva de la historia reciente. ¿Lo dudan? Lo explico.
En 2016, el partido más ganador fue el PAN y/o su alianza con el PRD. De las elecciones a la gubernatura que estaban en disputa, ganaron Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz. En 2017, con la intromisión descarada del gobierno federal, el PRI mantuvo el Edomex; pero en Nayarit arrasó la alianza PAN-PRD, así como también en los procesos locales de Veracruz; y la elección de Coahuila muy probablemente sea anulada cuando este sábado se presente un nuevo informe por parte de la Comisión de Fiscalización del INE.
De esa manera, para salir a enfrentar el proceso del 2018, el PAN tiene los gobiernos de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Puebla, Querétaro, Tamaulipas y Veracruz. Si se anula Coahuila, existe una gran posibilidad de que ese estado sea para el blanquiazul. La mayor cantidad de gubernaturas en su historia. Mientras que el PRD, tiene los gobiernos de la Ciudad de México, Michoacán, Morelos, Quintana, Roo y Tabasco. Entre los dos, medio país para impedir la elección de Estado que el PRI pensaba dirigir hacia López Obrador y que como hoy se ve, deberá reenfocar de objetivo.
Pero, ¿y las diferencias ideológicas de los partidos del Frente? Son de orden parlamentario y se mantendrán en el Poder Legislativo, no las llevarán a la plataforma de un eventual gobierno de coalición. ¿Y cómo resolverán las candidaturas si el Frente se extiende a la elección de senadores y diputados federales? Respetando lo que ya tiene cada partido. En San Luis Potosí, por ejemplo, el Senado lo tiene el PAN y así seguiría. De las siete diputaciones federales de mayoría, el PAN tiene una y el PRD dos que así se mantendrían, mientras que en las cuatro restantes que tiene el PRI, irían los candidatos con mejor proyección ciudadana.
Cuando fueron separados, PAN y PRD fueron derrotados, como en el Estado de México. Cada que fueron en alianza en las elecciones de 2015, 2016 y 2017, ganaron. Si el Frente procesa bien los acomodos locales, también ganará el 2018.
Muy tarde, pero todos comienzan a darse cuenta del #FactorAnaya. El oportunismo de las rémoras es indicativo de por dónde viene la jugada. Por eso vemos a panistas potosinos que antes juraban apoyar a muerte otras aspiraciones presidenciales, buscar congraciarse desesperadamente con el presidente nacional del PAN; y a otros que, sin reparar en el ridículo, se autoproclaman sus representantes (aunque Anaya no lo sepa).
Pues sí, el Frente va. Agarren un buen lugar, esto se va a poner bueno.
LAPSUS
- “Estoy indignado con Enrique Flores, por incluirme en la ecuación. No sé si por una gran imaginación, ego o lo que haya sido nos involucró”.
Coordinador parlamentario de la Ecuación Corrupta, (antes PANAVI y antes Los Broncos, pero siempre al servicio de Ricardo Gallardo y Cándido Ochoa) Manuel Barrera Guillén, al revelar el perverso y retorcido mecanismo mental que llevó a Enrique Flores a crear la fantasía de que cuatro diputados formaban un grupo plural de delincuentes dedicados a extorsionar, usando como armas el “manoseo” de las cuentas públicas, y que vergonzosamente, han puesto en entredicho la reputación, honorabilidad, decencia y vida modesta del intachable dueño del Partido Verde en San Luis Potosí. ¡Vaya imaginación la de Enrique Flores! Poco le faltó para decir que Manuel Barrera es dueño de muchas propiedades inmobiliarias, varias residencias y departamentos en la zona dorada, vehículos de lujo, o que tiene a la familia incrustada en la nómina del Verde, en el Congreso y en la Auditoría Superior. ¡No se vale Enrique, no se vale! La sociedad está necesitada de héroes como Manuel Barrera, ¿por qué calumniarlo de esa manera?
- “¿Ustedes qué opinan, que si está bien que se consuma droga? (Gritos de aprobación) A ver, vamos a hacer otra vez lo siguiente: levanten la mano, aquellos que creen que no está bien consumir drogas. (Abucheos). Bien. Ahora levanten la mano los que creen que sí está bien. (Gritos de aprobación.) ¡Fíjense! Los que levantaron la mano y creen que sí está bien, su futuro está, en el penal de Topo Chico. (Burlas)”.
Gobernador de Nuevo León Jaime Rodríguez Calderón, trolleado feamente en el evento de bienvenida a los alumnos de CONALEP de primer ingreso. ¡Vaya novatada que le hicieron pagar los jóvenes regios! Víctima de su propia moralina alejada de la realidad, los muchachos lo pusieron rápidamente en su sitio: todo mundo sabe que el Bronco no es capaz de encerrar a nadie en el penal de Topo Chico, ni siquiera a gobernadores ladrones como el priísta Rodrigo Medina.
- “Viene Katia. Viene Katia para acá. Es un huracán, y como buena mujer, viene firme, y dura, y con mucha agua”.
Secretario de Gobernación y responsable de implementar las acciones para prevenir la violencia contra las mujeres Miguel Ángel Osorio Chong, sumergiéndose en el foso demencial y sin fondo de los secretarios de Estado que no serán candidatos presidenciales del PRI. ¡Como que sí le pegó al licenciado Chong saber que no será beneficiario del dedazo y por eso se puso a decir sandeces! Esperen, así comenzó Peña su campaña, ¡se rebela haciéndole la competencia!
- “Soy solo uno más en esta sociedad, a echarle ganas para nuestra ciudad cambiar, poner el ejemplo a los demás y así es como hay que trabajar, hay que apoyar, esa es mi forma de pensar… Etc… Etc… Etc”.
Juan Diego Guajardo Anzaldúa presidente municipal priísta de Río Bravo, estirando un poco más la liga del ridículo y la desesperación de algunos políticos por llamar la atención al costo que sea. Si tuvieron estomago para ver completo el video, verán que el “alcalde” no solo se robó los derechos de la canción “I will survive” de Gloria Gaynor, sino que como colofón realiza una patética imitación de Vicente Fernández, gemido, risa forzada, alzada de pelvis y apretada de asterisco incluida. Algo mal hemos hecho como sociedad para tener a tantos payasos en el poder. ¡Cuántos más Romero Calzada, cuántos más!
- “Estaba ya afuera viendo, yo ahí, la verdad no lo sentí. Sí he sentido una vez un temblor que nadie más sintió, muy pocos sintieron. Hace… Déjenme ver… No me acuerdo donde fue… Pero fue ahí en Los Pinos y solamente se sintió ahí. No sé qué pasó”.
Insensible presidente de la República y esposo de la señora Gaviota Enrique Peña Nieto, explicando cómo por estar en plena degustación de whisk… perdón, en plena reunión de trabajo, ni siquiera sintió el temblor más intenso en la historia de la Ciudad de México. No piensen mal. No es que los finos sensores del presidente estuvieran adormecidos por el síndrome de Johnnie Walker, por el contrario, están tan aguzados que puede detectar temblores que solo se sienten en la residencia oficial de Los Pinos, y es más, ni siquiera en todos los lugares de Los Pinos, prácticamente solo esos que se sienten en la recamara donde duerme el presidente y de hecho solo los que tienen su epicentro a un lado de la cama. ¡Ah qué Quique de los temblores selectivos! Por cierto, ¿saben en qué se parece el PRI a la Pedro Domecq? ¡Sí, que cada vez le sale más pinche el Presidente!
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