El muñeco Robert, una historia de terror real

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Este temible muñeco es famoso por su reputación aterradora, ya que se dice que es poseído por espíritus malignos, y que a su vez, está maldito.

 

 

 

La historia de Robert.

Su historia inicia a finales de los años 1800 e inicios de 1900 en Florida, Estados Unidos. Thomas Otto y su familia se mudaron a una mansión conocida como The Artist House (la casa del artista). La familia Otto tenía fama de tratar mal a sus empleados y fue precisamente esta despreciable cualidad lo que trajo al pequeño Robert a sus vidas.

Los Otto contrataron a una mujer Haitiana para cuidar de su hijo Robert, la cual fue despedida después de que la señora Otto, supuestamente la encontrara en el jardín trasero practicando magia negra. Antes de irse, la mujer le regaló al niño un muñeco grande hecho de paja y con ojos de botón. Robert recibió con entusiasmo su regalo, y fue tal su apego hacia el juguete, que decidió llamarlo Robert, como él.

El muñeco se convirtió en un compañero inseparable, pues el niño lo llevaba a la ciudad a los viajes de compras, dormía con él, e incluso tenía un lugar en la mesa donde aprovechaba para darle bocados de su plato cuando sus padres no estaban viendo. La relación entre el niño y su muñeco pronto cambiaría.

Poco tiempo después, se podía escuchar a Robert conversando en su habitación; sus padres pensaban que tenía charlas consigo mismo, a pesar de que se distinguían dos voces, una muy infantil y otra más grave. De repente, el niño empezó a rechazar que le llamaran Robert, pedía que se le dijera Eugene, su segundo nombre, pues Robert era el nombre del muñeco. Eugene pues, se veía a menudo agitado y ansioso, incluso algunas veces su madre irrumpió en su habitación para encontrarlo arrinconado y asustado, mientras Robert lo miraba sentado desde la cama o una silla.

Muy pronto, las cosas empezaron a empeorar. Objetos se movían de un lado a otro de la habitación y los juguetes de Eugene eran mutilados sin encontrar culpable. Además, Robert aparecía en habitaciones donde no había sido dejado y se escuchaban risitas en el ala de la mansión donde Robert solía permanecer.

Muchos vecinos incluso, aseguraban verlo asomado por diferentes ventanas cuando la familia salía. Eugene tomó muchos de los injustos castigos de su madre, sin dejar de repetir: ¡Robert lo hizo! ¡Robert lo hizo! cuando estos pasaba. Invitados aseguraban haber visto a Robert cambiar de expresión justo frente a sus ojos, e incluso parpadear…

Encierro y catastrófica liberación de Robert.

Los empleados seguían yendo y viniendo, cada vez más perturbados por el muñeco, y la familia de Eugene sentía que ya era momento de hacer algo. La tía abuela de Eugene sugirió entonces encerrarlo en el ático y apartarlo del niño, aunque al parecer esto no le gustó mucho a Robert. Algún tiempo después, la tía abuela murió. Un ataque al corazón se dijo que fue el causante y pronto Robert se vio nuevamente al lado de Eugene. De nuevo, eran inseparables.

Se unieron de tal modo que, aún después de la muerte de sus padres y siendo ya un hombre casado, Robert seguía teniendo un espacio en la mesa, y dormía en la misma habitación que la pareja de recién casados.

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La esposa de Eugene murió poco tiempo después por causas desconocidas, siguiéndola Eugene en 1974, dejando a Robert como único guardián de la mansión, encerrado de nuevo en el ático.

Cuando la mansión fue comprada nuevamente por una familia que incluía una niña de 10 años, Robert volvió a salir de su encierro, pero no pasó mucho tiempo antes de que la pequeña empezara a gritar en medio de la noche, asegurando que Robert se había movido solo y que incluso la había atacado en muchas ocasiones; más de 30 años después, ella aún le dice a sus entrevistadores que Robert quería matarla.

Robert en la actualidad.

 

Robert mira a los curiosos a través de su urna de cristal, en el museo East Martello, en Florida, donde se ha reportado actividad paranormal muchas veces. Se cuenta por ejemplo, que el león de peluche que Robert mantiene sobre su rodilla, cambia de pierna de vez en vez y que Robert cambia de posición, a pesar de que la urna de vidrio está completamente sellada.

Se cuenta que a Robert le gusta dañar las fotos que se toman de él, haciendo que se conviertan en un cuadro negro, pero sin afectar el resto de las fotos. Para evitar esto, dicen que debes pedirle permiso educadamente antes de tomarle la foto.

Finalmente, y como dato curioso, te compartimos que esta historia fue la inspiración de la película Child’s Play, donde el conocido muñeco asesino Chucky hace su aparición.

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