El Realito no es el problema… ¿entonces?

Por Victoriano Martínez

La gira presidencial comenzó simbólicamente a las siete de la mañana de este viernes, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador dio la palabra al director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que los potosinos pudieran contrastar el dictamen técnico sobre las condiciones de la presa El Realito con el político presentado hace más de un mes por el gobernador y el alcalde.

Germán Martínez Santoyo, titular de Conagua, redimensionó la magnitud de la gravedad de las filtraciones en la cortina de la Presa El Realito como base de la emergencia hídrica –y soflamera diría la abuela– declarada por el gobernador Ricardo Gallardo Cardona y el alcalde Enrique Galindo Ceballos.

El funcionario federal explicó ampliamente la forma en que se realizará la reparación de la presa, aclaró que no hay daños estructurales y mencionó que las filtraciones quedarían resueltas en un plazo de seis meses, sino es que en menos tiempo.

Mencionó que actualmente tiene un almacenamiento de 12.23 millones de metros cúbicos y que en la temporada de lluvia que está por comenzar entre mayo y junio ese nivel mejorará.

“El proyecto de reparación considera que bajo ninguna circunstancia la presa dejará de suministrar el gasto de 500 litros por segundo que actualmente conduce el acueducto cuando está en operación”, afirmó.

Es decir, con filtraciones o sin ellas, la situación del abastecimiento de agua potable a la ciudad no cambia y el principal problema no dejan de ser las fallas en el acueducto, que comenzaron hace siete años y cada vez son más frecuentes, sin que –hasta ahora que espantan con las fugas en la presa– se comienzan a tomar las medidas necesarias con etiqueta de emergentes.

Una perspectiva técnica que contrasta con la postura política de quien pretende justificar el mal servicio de abastecimiento de agua a los pobladores de la ciudad que presta el Interapas con el anuncio de una circunstancia que resulta falso: en mayo se vaciará la presa El Realito.

“Entonces la solución va a ser no sólo el inyectar agua, sino también ahorrarla. Si logramos en gran medida las dos cosas, se va a poder enfrentar de mejor manera la crisis en mayo, que es prácticamente cuando no habrá agua”, advirtió Galindo Ceballos.

Una versión catastrófica que los datos técnicos de la Conagua reubican, para el 15 por ciento de las tomas de agua, en el irresuelto problema con el acueducto que se supone que para agosto del año pasado habría quedado arreglado con 150 millones de pesos invertidos por Aquos y garantizaría el abastecimiento por 125 años.

Aquello no ocurrió y con 24 fallas durante 2022, la mitad del año no llegó el agua esperada de El Realito. Eso significa que durante la mitad del año pasado el deficiente servicio de agua potable se prestó en las condiciones a las que hoy Galindo Ceballos se refiere como “que es cuando prácticamente no habrá agua”.

Consultado por Martínez Santoyo, Gallardo Cardona no le informó de la frustrada solución mágica anunciada en junio de 2022 y ante el cuestionamiento de la situación del acueducto, respondió como estudiante tomado por sorpresa.

Hablé con el gobernador de San Luis Potosí y me indicó que ya iniciaron, con el consorcio, los trabajos de reparación del acueducto”, reporto en la Mañanera el titular de Conagua.

Con el problema específico que dificulta la llegada del agua de El Realito en vías de solución, la insistencia de Galindo Ceballos en la crisis del agua no puede ser más que por otras razones que oculta y debe explicar con claridad… porque es un hecho que el agua escasea por todos los rumbos de la ciudad.

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