Miami, (14 de Abril).- El senador por Florida, Marco Rubio, aseguró ayer ante cientos de simpatizantes que la Casa Blanca no está reservada para los ricos y poderosos y que él, como hijo de un cantinero y una empleada de limpieza cubanos que se abrieron camino en Estados Unidos, tiene la misma posibilidad de convertirse en el próximo Presidente que quienes provienen de familias poderosas y privilegiadas.
Rubio hizo sus declaraciones en un acto realizado en Miami, horas después de haber anunciado en Washington que buscará la nominación presidencial republicana.
Sus palabras parecieron dirigidas a dos de sus posibles contrincantes: la exprimera dama demócrata Hillary Rodham Clinton y el republicano Jeb Bush, exgobernador de Florida e hijo y hermano de expresidentes, quien no ha anunciado sus aspiraciones, pero se espera que lo haga.
Bush fue mentor de Rubio, habla español y tiene lazos con la comunidad hispana al estar casado con una mexicana.
Instó a los votantes a hacer una “elección generacional” de un liderazgo que no esté estancado en las políticas del pasado.
Rubio, de 43 años, se presentó como una cara nueva que podría hallar los nuevos enfoques necesarios para que Estados Unidos resuelva sus desafíos y compita en una economía global, y criticó a Clinton como una líder que está atascada en el “ayer”.
Critican su cambio de opinión sobre la política migratoria
Rubio es criticado por activistas por su poco clara posición sobre temas de inmigración, y ello podría restarle simpatías en su búsqueda de la Presidencia de Estados Unidos.
El senador formó parte del Grupo de los 8 legisladores republicanos y demócratas que redactaron una propuesta de ley para regularizar a millones de migrantes ilegales que cumplieran con requisitos específicos.
Sin embargo, luego retiró su apoyo a la iniciativa al exigir al gobierno federal que primero garantice que nadie puede cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Así, “Marco Rubio ahora abraza posiciones antimigración que se oponen a la mayoría de la población latina e inmigrante”, dijo Lynn Tramonte, director adjunto de la ONG America’s Voice.
“En lugar de demostrar un liderazgo fresco, el retroceso en inmigración de Rubio se ve muy parecido al viejo modo de pensar, con el resultado de que el senador Rubio es ahora objeto de desconfianza por ambas partes en el debate sobre la inmigración”, agregó.
Tramonte recordó que la posición de Rubio contra la acción ejecutiva en materia migratoria del presidente Barack Obama es contraria a la postura de la mayor parte de la opinión pública y contra nueve de cada diez votantes latinos.
America’s Voice citó una encuesta publicada en octubre de 2014 por la cadena NBC News y The Wall Street Journal que señala que 52% de los entrevistados consideran la frase de los republicanos “asegurar la frontera primero” como una excusa para bloquear la reforma migratoria.
Por su parte, la organización Latino Decisions recordó que el apoyo latino para Rubio depende principalmente de su postura sobre migración.
Cuando formó parte del Grupo de los 8 en pro de una reforma migratoria, Rubio tenía el apoyo de 54 por ciento de los votantes latinos. Y cuando decidió que la prioridad era el control de la frontera con México, ese apoyo cayó a 29 por ciento, una diferencia de 25 por ciento.
“Los estadunidenses quieren una frontera segura, pero también quieren reformas migratorias más amplias. Están buscando el liderazgo de sus líderes, y cuando se trata de inmigración no van a obtener nada del senador Rubio”, dice Tramonte.
Su desplome en las encuestas entre latinos ocurre luego de que en 2010 Rubio todavía era considerado el favorito del movimiento de los Partidos del Té para la Presidencia. De hecho, en 2012 se le definía como “el príncipe heredero” y el hombre a vencer para quienes desearan la candidatura presidencial republicana.
Fuente: Excélsior
