María Ruiz
Ser bombero es enfrentarse a un sin fin de riesgos al momento de intervenir en cualquier tipo de siniestros, así lo refirió el comandante del Heroico Cuerpo de Bomberos de San Luis Potosí, Adolfo Benavente Duque.
Luego de la muerte del bombero Carlos Eduardo Abad Altamirano, quien fue embestido por un vehículo el 27 de febrero mientras ayudaba a sofocar un incendio en la carretera México, este martes 28 de febrero le realizaron un homenaje de cuerpo presente en la Estación del Cuerpo de Bomberos Metropolitanos.
“Así es nuestra profesión, es un riesgo, pero también llevamos la obligación de salvaguardar a las personas ante cualquier incidente. El compañero Carlos se fue contento, alegre y cumplió con su obligación y con su responsabilidad”, apunto.
Señaló, además, que el hecho que envolvió la muerte de este bombero fue muy lamentable, ya que fueron otras condiciones las que originaron su deceso y no el hecho de haber asistido un conato de incendio.
En los 71 años que lleva de creación el Heroico Cuerpo de Bomberos, el joven Abad Altamirano abre la lista de bomberos caídos en el cumplimiento de su deber, según lo referido por Benavente Duque.
“Lamentablemente es el primer compañero que muere en servicio, hemos tenido accidentes donde elementos solo han presentado afectaciones motrices, pero no han llegado a la muerte”.
Por último, Catalina Abad Hernández, tía del joven Carlos Eduardo, bombero que era originario de Agua Prieta, Sonora, y tercero de tres hermanos, comentó que su sobrino tenía un interés genuino y apasionado por su oficio.
“Carlos decía que ser bombero era un oficio muy riesgoso, pero durante los años que realizó su trabajo llegó a salvar a mucha gente, era su sueño, desde chiquito jugaba a ser bombero”, platicó.
Asimismo, dijo que el hecho les tomó por sorpresa, ya que fue el resultado de un trágico accidente en el preciso momento de su turno de trabajo.