Por: Antonio González Vázquez.
El priísta que levanta el puño un paso al frente de otros priístas como él, es Enrique Ochoa Reza. A diferencia de muchos priístas locales, empezando por el priísta que está a su lado, es decir, el gobernador Juan Manuel Carreras, no guardó silencio en la presunta ciudad de la Gallardía. El líder nacional del PRI, a diferencia del presidente estatal de ese partido, Martín Juárez, no se guardó lo que piensa acerca de lo que ocurre en la capital potosina. Mientras que sus correligionarios locales guardan sepulcral silencio, el dirigente nacional del tricolor sí se refirió al alcalde capitalino Ricardo Gallardo Juárez. Llamó a los militantes de su partido en San Luis Potosí a denunciar la corrupción en el gobierno municipal del perredista Ricardo Gallardo. “Seamos exigentes cuando militantes de otros partidos políticos, como el PRD en la ciudad capital de San Luis Potosí, abusen de la confianza de los ciudadanos llevando a cabo políticas con falta de respeto a la transparencia y rendición de cuentas, porque le fallan a los potosinos”, les dijo a priístas que le aplaudían sin la pena que debería dar que vengan y les digan qué hacer. Los que están en la imagen junto con Ochoa Reza en el evento político del martes en el auditorio Plutarco Elías Calles, deberían estar disculpándose en su fuero interno con el edil capitalino: “yo no lo dije, lo dijo él, yo no dije nada señor”. De los priístas que acompañan a su líder nacional, solo el delegado Schiaffino había osado criticar el actuar de las autoridades del gobierno municipal, los demás se callaron. Pero como buenos priístas, cuando les hacen sonar el cencerro como a los corderos, ahí van ya para lo que se ofrezca, si les dicen aplaudan, aplauden, si les dicen critiquen, criticas, si les dicen que se sienten, se sientan. Pobre actitud de la dirigencia del PRI en San Luis y de su jefe nato, el gobernador Carreras pues su dirigente nacional tiene que venir a decirles en público lo que tienen qué hacer como partido de oposición en la capital.
