Empresario potosino diseñó y armó respirador a bajo costo…

Requiere visto bueno de autoridades para producirlos y comercializarlos 

Eduardo Delgado

El empresario potosino, originario del municipio de Mexquitic de Carmona, José Ramiro Ortiz Pardo, necesita apoyo, “que alguien se arrime conmigo”, como respaldo para producir respiradores a un costo accesible para la población en general.

Cancelados los pedidos de sus productos de parte de armadoras de automóviles, pensó en la forma de superar la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. En ocho días, un grupo de diez empleados de Maquinados Ortiz, incluidos ingenieros, mecánicos y electricistas, diseñó y armó el dispositivo.

Ante la emergencia y la elevada demanda de respiradores en México y otros países, -dijo en entrevista con Astrolabio Diario Digital-, su intención es producirlos aquí. “Si en San Luis podemos hacerlos para surtirnos nosotros, ¿de qué nos vamos a preocupar?”, planteó.

Así, comentó, “mataría dos pájaros de un tiro”: evitar el despido masivo de trabajadores y la producción de equipos a un bajo costo.

De utilizar componentes caros, advirtió, no tendría posibilidad de “competir como negocio”. Los respiradores son “casi caseros, pero tampoco se trata de hacerlos y ya. Deben cumplir las normas oficiales”, admitió.

Ramiro Ortiz, nacido en la comunidad Los Moreno de Mexquitic de Carmona, aseguró que siempre ha procurado que su empresa sea socialmente responsable, “de apoyo a la sociedad”.

“Buscando en internet, empezamos a investigar y ver noticias. Veo que (los respiradores) es algo que nosotros podemos hacer y nos pusimos a trabajar”, comentó. 

“Sabemos que nadie o muchos no te lo agradecerán, pero no vas a estar lamentando o pensando que por eso no vas a hacer nada. Esto lo hace uno porque quiere y le nace”, aseveró.

“Yo veo una oportunidad de apoyar, porque tengo talleres de maquinados para producir algo muy necesario ahorita”, manifestó.

El Gobierno Federal, señaló, “quiere que descansemos a nuestra gente y le paguemos, pero ¿cómo pagarles si a mí no me pagan mis clientes… de dónde agarro para pagarles?, enfatizó en sus interrogantes.

“Yo quiero pagarles. Sé que ahorita es por ellos y después por mí, pero la situación no está tan fácil… tenemos aproximadamente 160 empleados”.  Por ello pensó en hacer algo, para “tener ocupada a la gente en algo”, además de que “no podemos quedarnos con los brazos cruzados”.

Percatado que debía adaptarse a las circunstancias avizoró la posibilidad de incursionar en el ramo de la salud. “Fue como pensamos en los respiradores; eso el miércoles (1 de abril) y para el siguiente día ya teníamos listo un prototipo”. 

También fabricó caretas faciales, en cuyo caso se le agotó el material luego de atender pedidos en diversas entidades del país y en San Luis Potosí. “Eso me frustra un poco, porque no hay mica para producir más”, comentó.

Al mismo tiempo “con mis ingenieros, mecánicos y eléctricos, diseñamos el jueves (2 de abril) el respirador que presentamos el sábado (4 de abril, en Facebook). Apenas nos estamos familiarizando para producirlos porque este es otro ramo”, diferenció.

Por ello, “se nos complicó un poco al principio. No nos convenció mucho, pero sé que se puede mejorar muchísimo”. Investigó el sábado y domingo, y tras ello concluyó que hay modelos mejores. 

El lunes 6 de abril “sacamos planos, martes y miércoles lo fabricamos y este jueves lo armamos. Lo dejamos funcionando, tiene mejoras, se consideraron ciertas cosas y ya está revisado por personas que saben más de lo que se trata esto”, añadió.

Pero, apuntó, “de repente te encuentras con pared porque no tienes los contactos, los medios, para llegar con las personas que te puedan ayudar a liberar y te digan si estas o no bien, si cumple o no, que le falta, que le quitas, que le pones”.

“Nosotros lo hemos hecho como hemos podido investigar, pero necesitamos que nos agarren de la mano y nos den el jalón”, añadió.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, refirió, compró 20 mil (respiradores) de un millón 200. “Estos que estamos fabricando nada que ver con esos de un millón 200”, juzgó.

“Si esto camina por un buen rumbo y es aceptado, nosotros tenemos la capacidad para armar entre 50 o 100 por semana. Nada más es encontrar proveedores de componentes y material, en cuyo caso consideramos que no sean difíciles de conseguir durante la contingencia”, expuso.

Son dispositivos reutilizables, “el chiste es que la libremos, porque tampoco uno ésta exento de ser contagiado”, advirtió Ramiro Ortiz, muy conocido en al ámbito deportivo local. 

Sabe que se pudiera pensar “que esto lo estoy viendo como negocio”, pues la contingencia les ha generado a muchos una oportunidad en ese sentido. “Hemos sacado provecho, porque de alguna forma la gente está desesperada, quiere comprar cubre bocas, respiradores y túneles, y quienes se dedican a fabricarlos están haciendo su agosto”.

“Yo no quisiera que se piense que lo hice tratando de hacer negocio, porque también he tratado de conseguir de mis proveedores el precio más bajo para que sea un producto accesible. Cobrar lo que es justo y sobrevivir de esta situación”, añadió.

Tras aclarar que a 150 empleados los mandó a sus casas, en cumplimiento a lo dispuesto por el gobierno federal para evitar la propagación del Covid-19, cuestionó: “¿Qué prefiere el gobierno; qué deje a 160 trabajadores sin empleo o que los mantenga?, de perdido, comiendo frijolitos”.

Para emprender la producción masiva de respiradores requiere, dijo, compradores. “Necesito que alguien me apoye, se arrime conmigo, que me diga: ´están bien, vamos a producirlos y comercializarlos”. acotó.

En su cuenta de Facebook, Maquinados Ortiz, ha publicado videos donde muestra el funcionamiento de los equipos, pero “a lo mejor me hace falta decirlo de manera más directa. Necesito que me contacten con las personas indicadas, que me puedan ayudar a liberarlos”. Para comunicarse basta enviarle un mensaje a través de esa red social.

Requiere, insistió, que se entienda que también es una manera de mantener el empleo e indicó que como corporativo sostiene un centro de formación de estudiantes en máquinas y herramientas. “En San Luis Potosí tenemos cinco talleres y cada uno con personal de cada departamento”.

Anticipó que “agarrando caminito”, ritmo en la producción, con planeación y definiendo procesos, emprendería el armado de dispositivos. Para lo que se requieren unos 40 componentes maquinados y de otros, además del cable, el botón… son en total 70 u 80 partes”, estimó.

Ramiro Ortiz recordó que después de estudiar la secundaria se metió al Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), donde solo cursó tres de seis semestres.

“Me salí, me puse a trabajar y después de laborar 13 años en un taller puse mi negocio. Como cualquiera empiezas con una máquina y luego otra y otra… ya voy a cumplir 16 años. Detrás de mí están mis hermanos y los trabajadores. No lo hecho yo sólo. Mucha gente nos apoyado”, destacó. 

Refirió que durante los días que ha trabajado en el desarrollo de los respiradores artificiales, ha dormido unas cinco horas diarias, de las 2 o 3 de la madrugada a las 7 o 8 de la mañana, porque “anda uno emocionado”.

“A ver sí aterriza y si no que se quede en el aire. Yo hice lo que estaba en mis manos. Necesito que una autoridad de salud me diga si está o no bien. Si no me pongo a hacer y vender semillas”, aseveró.

A pregunta de si le haría un llamado al gobernador, Juan Manuel Carreras López, en busca de respaldo, contestó de manera tajante:

“Esos hombres no se dejan ver, son muy difíciles, no tan fácil te abren la puerta. A lo mejor conozco gente del Atlético San Luis…puedo llegar, pero apenas voy a empezar a buscar… a lo mejor me arrimo con el alcalde de Soledad”, finalizó.

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