María Ruiz
La Zona Industrial enfrenta un cierre de año marcado por la necesidad de adaptación, tras los recientes ajustes en aranceles que han impactado de manera directa a la industria automotriz.
Ante este contexto, las empresas han implementado cambios en sus esquemas de producción y logística para mantener la operación y proteger el empleo.
Mario Gerardo González Martínez, presidente de la Unión de Usuarios de la Zona Industrial (UUZI), comentó al respecto de estos cambios:
“Los ajustes arancelarios nos han obligado a reorganizar los turnos y a replantear la manera en que distribuimos los recursos humanos y materiales. La flexibilidad en los procesos es clave para mantener la operación estable”.
El directivo explicó que algunas compañías han adoptado paros técnicos estratégicos o reducciones de turnos temporales para equilibrar la producción con la demanda actual.
“No se trata solo de reducir actividades, sino de optimizar los recursos disponibles para que la industria siga funcionando sin afectar la calidad ni la competitividad”, comentó González Martínez.
Según el presidente, estos cambios también han generado oportunidades para modernizar áreas de producción y fortalecer la capacitación del personal.
“Estamos viendo que los ajustes pueden convertirse en impulsores de eficiencia y en una oportunidad para innovar en los procesos internos”, agregó.
A pesar del entorno incierto, el presidente de la UUZI aseguró que la Zona Industrial mantiene su estabilidad general y que los industriales miran hacia 2026 con expectativas positivas, confiando en que los esfuerzos de adaptación permitan consolidar la operación y mejorar la resiliencia del sector.





